Al igual que sucedió con la generación anterior y con la actual, todo indica que la nueva camada de los Renault Sandero, Stepway y Logan, producidos en Sudamérica, seguirá estando basada en el modelo que Dacia vende en Europa.

Pero a diferencia de esas dos primeras ediciones, esta vez la marca del rombo incorporará algunas modificaciones que van más allá del cambio de la parrilla (y el logo, claro). Al menos es lo que imagina el sitio brasileño Quatro Rodas.

Los cambios no serán muy profundos, pero para dotarlos de una impronta más Renault, adoptarán el estilo de las ópticas que la marca francesa ya utiliza en otros modelos, además de nuevas parrilla y paragolpes.

Al igual que sucede con el actual Sandero, las luces posteriores de los Renault podrían ser más grandes que las de los nuevos Dacia (ver más), algo que vemos en la imagen posterior del Logan realizado por computadora.

A nivel estructural, los nuevos modelos estarán apoyados en la plataforma CMF-B, con la que la alianza Renault-Nissan producirá al menos 7 variantes en Sudamérica.

La actual familia se produce en Curitiba, Santa Isabel y Envigado, pero lo más probable que alguna de las tres no lo haga con la nueva generación. De ellas, la de Córdoba sería la más complicada.

A nivel motriz, la gama estrenará los nuevos motores tricilíndricos que Renault está desarrollando en la región. La gama ofrecería un 1.0 turbo de unos 100 CV, pero no se descarta una variante del 1.3 con mayor potencia.

Al igual que sucedió con los Dacia europeos, el nivel de calidad interior sufrirá mejoras con respecto a lo que actualmente ofrece la familia en la región. Un anticipo de esto se podrá ver con la llegada de la nueva Duster (ver más), planeada para comienzos de 2021.

También se espera una mejora en cuanto al equipamiento de seguridad. Se sabe que por ley todos los nuevos modelos llevan el control de estabilidad que hoy está reservado a las versiones automáticas de Logan y Sandero, pero también podrían estrenar algún tipo de ayuda a la conducción.