Especialmente diseñado para ofrecer una fuente de alimentación eléctrica a poblaciones que hayan sufrido desastres naturales o emergencias climáticas, Nissan desarrolló un prototipo sobre la base del Leaf, al que denominó Re-Leaf.

Este tipo de fenómenos pasó de ser una rareza a una triste costumbre: durante las últimas dos décadas se ha producido un aumento del 151 por ciento en pérdidas económicas directas por desastres relacionados con el clima.

Estos desastres son además la principal causa de los cortes eléctricos según un reporte del Banco Mundial y el restablecimiento del suministro puede tardar hasta 48 horas.

El sistema integrado de gestión eléctrica del Re-Leaf, que cuenta con tres enchufes externos resistentes a las condiciones climáticas adversas, puede alimentar equipos médicos, de comunicación, de iluminación, calefacción y otros equipamientos de soporte vital, sin emitir gases nocivos.

Esto es posible gracias al sistema que el Leaf ofrece desde su aparición en 2010 y que permite conectar el vehículo a una casa o diferentes dispositivos electrónicos. Así, una batería totalmente cargada es capaz de suministrar la electricidad que demanda un hogar promedio europeo durante seis días.

Para circular por caminos destruidos, el prototipo de Nissan cuenta con modificaciones estructurales (el despeje es 14 cm más alto que el tradicional), protecciones en los bajos y nuevos neumáticos (BF Goodrich Baja All Terrain en medida 225/65 x 17″).

La zona trasera carece de asientos y el renovado espacio de carga permite llevar un escritorio que se despliega junto a una pantalla led de 32″ para convertirse en un centro de comunicaciones.

La marca japonesa viene utilizando este tipo de prototipos desde 2011 en Japón (año del terremoto que afectó a la isla) y ha firmado acuerdos de colaboración con más de 60 gobiernos locales para brindar asistencia en estos casos.