La marca alemana lanza en el país el SUV de siete plazas importado de México. Llega únicamente con motor de 224 CV y tracción integral.
Importado de México, Mercedes introduce en la Argentina el GLB, un SUV que como su nombre lo indica, se inserta entre los GLA y GLC.
El GLB es casi tan largo como un GLC. Mide 4,63 metros de largo (3 menos), 1,83 de ancho (6 menos) y 1,66 de alto (2 más), pero a diferencia de este, viene con tres filas de asientos (en Europa hay versiones con cinco plazas). El bául va de 130 a 500 litros según se usen o no los dos asientos posteriores.
A la Argentina llega en una sola versión, la 250, alimentada con el motor 2.0 turbo de 224 CV, unido a una caja automática de doble embrague con ocho marchas y levas al volante. La tracción es integral permanente.
El interior repite lo visto en el Clase A, modelo con el que comparte plataforma, a nivel de diseño, con instrumental digital y pantalla táctil formando un mismo conjunto. La plaza central puede desplazarse 14 cm para mejorar el espacio en la tercera fila o el baúl.
El nivel de equipamiento se denomina Progressive y cuanta con siete airbags, control de estabilidad, frenado autónomo (única ayuda a la conducción), faros full led, climatizador automático, pantalla táctil con cámara, techo corredizo panorámico, butaca eléctrica, tapizado de cuero, cargador inalámbrico de celulares, portón eléctrico y llantas de aleación de 18″.
En la Argentina, el GLB encuentra pocos rivales por su condición de siete plazas. Por precio solo disputa contra el Land Rover Discovery Sport, aunque también existen en el segmento los Mitsubishi Outlander, Peugeot 5008 y Volkswagen Tiguan Allspace. El precio es de 79.500 dólares y la garantía de 3 años sin limite de kilometraje.
Leave a Comment
Your email address will not be published. Required fields are marked with *