Poco a poco, los modelos de Opel desarrollados por General Motors, su antigua dueña, van siendo reemplazados por los creados por PSA. Esta vez es el turno del Mokka, un SUV compacto de similar tamaño al Peugeot 2008 o el DS 3 Crossback.

El nuevo Mokka reemplaza al Mokka X, que era un clon del Chevrolet Tracker que aun se vende en nuestro mercado, y se apoya en la nueva plataforma modular CMP del grupo, que acaba de estrenarse en la Argentina, con el Peugeot 208 (ver más).

Con respecto al Tracker, es 12 cm más corto, aunque manteniendo la distancia entre ejes. También es más liviano, con un ahorro de hasta 120 kilos.

El Mokka convivirá en Europa con el Crossland X, que está basado en el Citroën C3 Aircross europeo (de una generación más nueva que la del modelo que se vende en la Argentina).

La principal novedad es que estrena la nueva imagen del grupo, con la parrilla formando un mismo conjunto con las ópticas (también lo son la protuberancia en el centro del capot y la entrada de aire por debajo de la parrilla), algo que la marca alemana promete extender al resto de sus modelos cuando llegue la renovación.

Lo mismo sucede con el interior, que se vale de un tablero digital que acompaña la pantalla táctil, también formando un solo elemento a la vista. En la gama habrá varias configuraciones.

Como no podía ser de otra manera, el Mokka se sube a las motorizaciones eléctricas para acompañar la gama naftera y diesel habitual.