DISEÑO/ESTILO
Es el mayor cambio que ha experimentado el Agile. El nuevo sector frontal le imprimió un estilo más moderno y atractivo. Dichos cambios se dieron sobre la clásica doble parrilla de Chevrolet, ahora con tamaño más contenido y diseño más estilizado, junto con las nuevas y atractivas ópticas rasgadas, que además poseen cuerpo oscuro. Acompaña un paragolpes con líneas bien marcadas y con una zona de contacto en color oscuro.

Pese a no sufrir cambios drásticos, los laterales vieron alterada su presentación. Ello se logró gracias a las nuevas llantas de aleación, ahora de 16 pulgadas, junto con la ausencia de las baguetas en color carrocería, presentes en la edición anterior. Además, mantuvo el famoso “ojo egipcio” ubicado sobre el parante posterior, todo un sello del modelo.

La zona trasera, en tanto, le dio la bienvenida a ópticas con nueva presentación interior y a un paragolpes de diseño más agresivo, a tono con lo que ofrece en el frontal.

Una particularidad del Agile es la altura de la carrocería, lo que se traduce en un amplio espacio interior. Por este motivo, y sumado al generoso despeje, en ocasiones hay personas que lo confunden con una “camioneta” o un SUV.

INTERIOR/CONFORT
Tampoco aquí ha habido cambios importantes, manteniendo el agradable diseño del panel de a bordo, también cuenta con tonos cálidos y materiales con calidad y terminaciones promedio.

El volante es de nuevo y atractivo diseño, mientras que el instrumental se destaca por su personalidad, y en esta nueva edición invirtió el sentido del cuentavueltas. El Agile mantuvo, asimismo, el climatizador manual pero con display digital. Práctico.

El espacio del habitáculo continúa siendo uno de los puntos a favor del modelo, que ofrece buen lugar –tanto a lo alto como a lo largo- para dos pasajeros traseros. El baúl posee 327 litros, por lo que es uno de los más grandes del segmento. Debajo de él se ubica la rueda de auxilio, con llanta de chapa de 14 pulgadas y un neumático también más pequeño, en medida 175/65.

La posición de manejo, si bien correcta, es algo elevada (aún con el asiento en su posición más baja). Compensa con la regulación en altura del volante. Por el diseño del cojín, la butaca no es de las más anatómicas, algo que también sucede con el respaldo. Sin embargo, el tamaño de la misma es generoso.

Un detalle novedoso, presente desde los orígenes del modelo, es la posibilidad de rebatir completamente hacia delante el respaldo del asiento del acompañante.

La visibilidad, por su parte, es generosa gracias a su amplia superficie vidriada, mientras que la insonorización es correcta.

Dispone de algunos interesantes ítems que no son comunes en el segmento, y que incluso están presentes en todas las versiones. Hablamos del encendido automático de luces, el control de velocidad crucero y el ordenador de a bordo.

A todo eso, el nivel LTZ suma radio con entradas auxiliar, USB y Bluetooth, levantavidrios eléctricos en las cuatro puertas y ordenador de a bordo, entre otros elementos. La novedad de la nueva gama pasa por la incorporación del volante multifunción, que suma practicidad.

MOTOR/PRESTACIONES
Se trata del probadísimo 1.4 con 8 válvulas que entrega una potencia de 92 caballos y un torque de 12,2 kgm a 3.200 rpm. Gracias a su entrega gradual, es suave al manejarlo en ciudad, donde se muestra ágil y lleva bien los 1.065 kilos del Agile.

Claro que la cifra justa de potencia se nota en lo veloz y al momento de medir las prestaciones. Resolvió el 0-100 km/h en 14,7 segundos y el 0-400 metros en casi 20 segundos, “estirando” hasta los 36 segundos los mil metros con partida detenida.

También es perezoso en la recuperación de 80 a 120 km/h en quinta, prueba que le demandó un tiempo de más de 23 segundos. La velocidad máxima alcanzada fue de modestos 164 km/h, aunque suficientes con máximas permitidas de 130 km/h.

El selector posee vástago largo y empuñadura de buen tacto, junto con accionamiento silencioso y que no requiere de esfuerzo, pero se mostró algo impreciso.

El consumo, por su parte, muestra un valor lógico de 6,2 l/100 km a 100 km/h, pero algo elevado en ciudad, donde se eleva hasta los 9,8 l/100 km.

COMPORTAMIENTO
Las suspensiones ofrecen un esquema convencional (independiente tipo McPherson/semi-independiente) y una puesta a punto orientada al confort.

Así lo demuestra la suavidad con al que el Agile sortea lomos, cunetas e imperfecciones en la ciudad, donde además se beneficia de un generosísimo despeje que no lo deja rozar en ningún lado.

Lanzado en velocidad, demuestra que no es amigo de los vientos laterales, al mismo tiempo que acusa marcadas inclinaciones de la carrocería al encarar las curvas, resueltas con respuestas lentas aunque con un comportamiento franco que le permite mantener un correcto margen de seguridad.

La dirección, en tanto, no es de las más directas y se muestra algo “pesada”, a lo que se suma un correcto diámetro de giro, de 10,6 metros.

SEGURIDADEl rubro lo componen los airbags frontales, los frenos con ABS, los cuatro cinturones y apoyacabezas y las luces antiniebla delanteras y traseras. Queda para la columna del “debe” el antiniebla trasero y la seguridad para la quinta plaza.

Con discos ventilados delanteros y tambores traseros, los frenos disponen además de ABS -con distribución electrónica- y ofrecen un funcionamiento que arrojó extensas distancias de detención, principalmente en la prueba de 140 km/h a cero, la cual fue resuelta en casi 89 metros. Además, posee una marcada tendencia al bloqueo en superficies húmedas.

PRECIO/COMPETENCIA
La gama del Agile arranca en los 98.410 pesos (versión LS), pasando por los 107.360 pesos (LT) y llegando a los 115.540 pesos que cotiza esta variante “full”.

Entre sus rivales figuran modelos como el Citroën C3 1.5 Origine Pack Zenith (115.200), el Fiat Punto 1.6 Essence (114.500 pesos), el Peugeot 208 1.5 Allure (121.200) y el Renault Sandero Privilege 1.6 (110.000), entre otros. La garantía, por su parte, es de dos años sin límite de kilometraje.