DISEÑO/ESTILO
Atractivo por dónde se lo mire, el RCZ goza de una carrocería con una silueta irresistible, algo que queda comprobado en cualquier lugar por donde circule.

El sector frontal responde al diseño original del 308 europeo (el bicuerpo hecho en Argentina partió directamente del rediseño de ese modelo), una zona muy “leonina” que se caracteriza por sus generosas ópticas de diseño rasgado y la típica parrilla de la marca, que ocupa gran parte del paragolpes.

Una de sus principales características, sin embargo, es su techo arqueado que le brinda una atractiva figura lateral. Además, se asocia a una luneta cuyo formato incluye dos “jorobas”, todo un sello del RCZ.

A las redondeces generales del conjunto se le suman los marcados pasarruedas traseros (desde el interior se dejan ver por intermedio de los espejos), además de las vistosas llantas de aleación en dos tonos (negras en su interior, pulidas en su superficie) de 18 pulgadas y un sector posterior en el que se destacan el paragolpes con pseudo difusor de aire y la doble salida de escape.

Puertas adentro muestra un panel de a bordo similar al del 308, aunque con instrumentación y materiales específicas. Se distancia también por las butacas específicas, deportivas, con buena sujeción lateral y con apoyacabezas integrado.

Por último, el escaso despeje de la carrocería –junto al generoso voladizo delantero- lo vuelven vulnerable ante lomos agresivos y cunetas profundas; incluso hay que tener en cuenta el reducido ángulo ventral.

INTERIOR/CONFORT
Acceder y descender del RCZ no es una tarea sencilla. Su acotada altura respecto del piso y su techo bajo y arqueado hacen que tengamos que flexionarnos. Asimismo, las puertas son pesadas y poseen un generoso tamaño, algo que hay que tener muy en cuenta en estacionamientos estrechos.

Dentro de su habitáculo el RCZ ofrece espacio suficiente para que los ocupantes delanteros se sientan cómodos, algo a lo que también se suman las butacas con regulaciones eléctricas. El problema del RCZ radica en las plazas posteriores, con acceso complicado y escaso lugar longitudinal y en altura, ya que allí hasta personas de 1,55 metro rozarán sus cabezas con la luneta. Por este motivo, decimos que son sólo eventuales. Lo bueno, sin embargo, es que dispone de ganchos Isofix.

La posición de manejo está lograda gracias a la correcta profundidad de la pedalera y a las regulaciones en altura de la butaca y de la columna de dirección, que también puede variar su profundidad. Además, el volante tiene buen tacto. La visibilidad es un punto crítico, aunque a pesar de lo que muchos creen, la peor parte se la lleva la vista lateral, ya que la luneta posterior tiene a favor que está bastante cercana al conductor.

Respecto del 308, el RCZ cuenta con materiales específicos como el recubrimiento en cuero del panel de a bordo, además de ofrecer una terminación esmerada, acorde a su estilo y al valor que se comercializa en el país. Sin críticas.

Con 384 litros, el baúl se ubica dentro de los parámetros esperables para una coupé de estas características. Pero a nivel local vio penalizada su capacidad por la presencia de la rueda de auxilio de aleación e igual medida que las ruedas, algo que por otro lado festejamos, ya que se vuelve esencial teniendo en cuenta nuestros olvidados caminos.

En líneas generales, el equipamiento es completo, incluyendo tapizados de cuero, climatizador automático de dos zonas, control de velocidad crucero, encendido automático de luces, sensor de lluvia, butacas con regulaciones eléctricas, computadora de a bordo y radio con USB y Bluetooth, entre otros ítems. A esta altura, el RCZ debería ofrecer el navegador satelital integrado, un accesorio que sí está disponible en el 308. La buena noticia es que la nueva gama ha incorporado este último ítem.

MOTOR/PRESTACIONES
Desarrollado conjuntamente por BMW y PSA, el impulsor de 1,6 litros, inyección directa y turbocompresor es un ejemplo de eficiencia, así lo demuestran sus 102 CV por cada litro de cilindrada, mientras que la potencia total en este caso asciende hasta los 163 caballos (la versión manual dispone de 200 CV) y su generoso torque de 24,5 kgm, disponible ya a partir de las 1.400 rpm.

De funcionamiento suave, silencioso y altamente progresivo desde la zona baja del cuentavueltas, le brinda al RCZ buenas –aunque no contundentes- prestaciones pero sobre todas las cosas un consumo moderado, con un gasto promedio de 8 l/100 km.

En esta versión dicho bloque se asocia a una caja automática con convertidor de par y seis relaciones, las cuales gozan de un correcto escalonamiento, ya que permite transitar por avenidas en cuarta y hasta en quinta marcha, y circular a 130 km/h con el motor girando a unas 3.000 rpm.

La denominada Tiptronic ofrece pasos de marchas rápidos, casi imperceptibles, y cuando se la exige rebaja los cambios necesarios para asegurar la mejor aceleración posible. Cuenta también con las funciones Sport (estira las rpm a las que realiza los cambios) y Nieve (hace lo contrario, para evitar patinamientos excesivos). Sin embargo, tiene en contra la ausencia de levas al volante, algo que debería estar disponible en una coupé deportiva.

En la prueba de 0 a 100 km/h necesitó modestos 9 segundos, mientras que el kilómetro con partida detenida lo alcanzó en 30 segundos, valores que como dijimos no llaman la atención teniendo en cuenta el segmento al que pertenece. La velocidad máxima es de 215 km/h.

COMPORTAMIENTO
Con un esquema similar al del 308 pero con una puesta a punto más firme, el RCZ consigue un muy buen comportamiento dinámico tanto en lo derecho (la dirección es sensible a la velocidad) como en el momento de afrontar curvas de todo tipo, en las que muestra un correcto apoyo de ambos trenes de rodaje e ínfimos balanceos de la carrocería, ofreciendo seguridad en todo momento.

En ciudad, asimismo, muestra una marcada firmeza y ciertas asperezas que se manifiestan ante cualquier irregularidad del suelo; en este marco tampoco ayudan los neumáticos, ya que poseen un perfil muy bajo (235/45 x 18”), aunque está claro que el RCZ no es de los deportivos más privativos para ser utilizados a diario.

SEGURIDADEste rubro está compuesto por un equipo abundante que incluye airbags frontales y laterales delanteros (abarcan también la zona de la cabeza), controles de tracción y estabilidad, faros de xenón (bajas y altas) direccionales y con excelente poder lumínico, luces antiniebla delanteras y traseras, control de presión de neumáticos y ganchos Isofix. En fin, el RCZ cuenta con todo lo necesario para brindar una alta cuota de seguridad -activa y pasiva- a sus ocupantes.

Los frenos, con cuatro discos y un pedal de buen tacto y correcta dosificación, mostraron un buen funcionamiento del ABS y distancias apenas correctas, con poco más de 38 metros para detenerse de 100 km/h a cero, y de 78 metros cuando va lanzado a 130 km/h.

PRECIO/COMPETENCIA
Como dijimos, al momento de la publicación de esta prueba Peugeot Argentina ya había anunciado la llegada de la nueva gama del modelo, ofrecido localmente con las mismas potencias.

La variante Tiptronic de la vieja gama cuesta 277.833 pesos, mientras que la nueva versión manual de 200 CV se ofrece a 291.968 pesosy la automática de 163 CV a 290.889 pesos.

Sus competidores más directos son el Audi TT, cuya versión 1.8 TFSI de 160 CV y caja manual se vende a 305.000 pesos, además del VW Scirocco 1.4 TSI (160 CV), con menos equipamiento y caja DSG de 7 marchas, comercializado a 234.310 pesos. La garantía es ejemplar, de 3 años ó 100.000 kilómetros.