Manejamos la versión eléctrica del 2008 que se fabrica en España y se venderá este año en Argentina a un precio todavía por confirmar.
Por Martín Simacourbe
Fotos: F.G. y M.O.
Ya son muchas las marcas que ofrecen modelos eléctricos en Argentina: Premium como Audi, BMW, Mercedes, Porsche y Volvo; generalistas como Ford, Nissan y Renault y hasta chinas como BAIC y DFSK.
Stellantis se sumará a ese grupo recién este año, con este Peugeot E-2008 al que nos subimos antes que nadie para comprobar qué tal anda, cuánto gasta y en qué se distingue de su hermano a combustión producido en Palomar.
En lo estético, no hay grandes diferencias, salvo por las insignias (una E antes del número en el portón y otra en cada lateral), las llantas negras y el azul chillón que tiene esta versión destinada a la prensa. Esto fue lo que más llamó la atención en la semana que lo tuvimos, ya que todos los 2008 nacionales que andan dando vueltas tienen una paleta mucho más triste.
Mantiene el largo de 4,23 metros, lo que curiosamente lo hace más grande que los Renault Megane y Volvo EX30, que están un segmento por encima, pero fueron creados de cero como eléctricos.
Adentro también es muy parecido a la vista, pero al meter mano se nota una mejora en los materiales y los tapizados. No todo es superior: el sistema multimedia es más complicado de manejar si espejás el celular y la selectora es un joystick, aunque de fácil acostumbramiento.
El equipamiento trae algunos extras como control crucero adaptativo (de muy bien funcionamiento), butaca eléctrica con masajeador y el nuevo comando satelital de radio (en Palomar siguen con el del siglo pasado).
La posición de manejo y el espacio trasero son los mismos del modelo argentino (ver prueba) y el baúl se mantiene por encima de los 400 litros, con un doble fondo para llevar los cables por debajo. ¿Lo peor? No hay auxilio y a cambio se ofrece un kit que limita las salidas a la ruta más que la propia autonomía.
Justamente, bajo el capot está la gran diferencia entre ambos 2008. Este lleva un motor eléctrico de 51 kWh, con 156 CV y 260 Nm, una potencia tranquila para lo que suelen ofrecer los eléctricos en el país, salvo el Kwid, que ya probamos (ver más).
Las prestaciones son mejores que las del 2008 normal, pero sin asombrar, porque si bien hay 36 CV de diferencia, también hay mucho más peso (más de 350 kilos). La aceleración fue de 9 segundos (menos de un segundo más rápido) y la recuperación de 5,5 segundos (dos segundos más rápido).
Como en todo eléctrico, la salida es una auténtica patada, pero lógicamente no repite las reacciones de un Megane de 220 CV (que acelera y recupera en 2 segundos menos, ver prueba). Y como es habitual, hay varios modos de manejo para priorizar consumos o reacciones y también un modo de frenado regenerativo más intenso (con una B en la selectora) que no llega al nivel de uso de un solo pedal.
Los consumos se mantuvieron dentro de lo esperado: casi 15 kWh en ruta, cerca de 19 en autopistas y poco más de 14 en ciudad, lo que le da una autonomía cercana a los 350 km a 100 km/h o en tramos urbanos.
Los tiempos de recarga dependen, como siempre, de la alimentación, pero con esta batería de 51 kWh, se lo puede cargar en unas tres horas en un Wallbox. Veremos cuál es la política de la marca a la hora de acompañar la compra, pero nuestra unidad venía con dos cables, uno para la red doméstica y otro para estaciones, redes privadas, etc.
El andar tampoco muestra grandes diferencias con el 2008 argentino. Me sorprendió el buen confort de marcha, sabiendo de su origen y el uso de llantas de 18″, pero con un perfil que es casi el mismo del nacional. Hasta copia algunas irregularidades de mejor manera que el 2008 local. En cuanto al comportamiento dinámico, sigue siendo un referente entre los SUV de su tamaño.
Hasta hoy, no se sabe cuándo ni con qué precios lanzará Stellantis a este E-2008 en Argentina. Lo lógico sería que cueste el doble del nacional (el tope de gama orilla los 40 millones), pero la rebaja de precio que le hizo Renault al Megane (ver más), propiciada por la llegada del Volvo EX30, seguro le hará afinar el lápiz a la gente de la marca.
En todo caso, Stellantis depositará en este 2008 mucho más que una expectativa comercial. Servirá para sacar unas cuantas conclusiones, preparar a la red para futuros desembarcos y aprender, cómo ya vienen haciendo varios rivales, cómo y por qué un cliente se acerca en Argentina al mundo eléctrico, pese a que la infraestructura y los precios siguen siendo barreras difíciles de superar.
Conforme a ese aprendizaje, seguramente lleguen más modelos (el grupo tiene una infinidad de opciones y algunas, como el Citroën Ami o el Fiat 500, ya fueron expuestas en el país), con diferentes precios y propuestas, desde la simple movilidad urbana hasta el lujo de algún DS, sin olvidar que Leapmotor, la marca china especialista en eléctricos que adquirió Stellantis, también tiene planeada su llegada, por ahora sin fecha, a nuestro mercado.
A favor
Diseño atractivo
Calidad general
Equipamiento
En contra
Autonomía limitada
Sin auxilio
Precio incierto
FICHA TECNICA
Alimentación: eléctrica
Potencia: 156 CV
Torque: 260 Nm
Batería: 51 kWh
Tracción: delantera
Frenos: discos ventilado/disco
Suspensiones: McPherson/Barra de torsión
Dirección: Eléctrica
Neumáticos: 215/55 x 18″
Largo/Ancho/Alto: 4,304/1,775/1,550 m
Peso: 1.625 kilos
Baúl: 434 litros
EQUIPAMIENTO
Acceso y arranque sin llave
Butaca eléctrica
Cargador inalámbrico
Climatizador automático
Control crucero adaptativo
Pantalla táctil con cámara 360°
Tablero digital
Techo corredizo eléctrico
Airbags frontales, laterales y de cortina
Frenado autónomo
Mantenimiento de carril
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