Se pensó a comienzos la década pasada y se lo pensó como un sucesor de la tradicional versión de 3 puertas. ¿Por qué no legó a producción?
La larga historia del Renaut Mégane tiene muchos puntos destacados. Pero uno de ellos, sin duda, es la cantidad carrocerías que llegó a ofrecer.
Hatch (con 3 y 5 puertas), sedán, familiar, monolvolumen (el primer Scénic fue parte de la familia Mégane), cabrio (luego coupé-cabrio) y hasta la actual crossover son las que llegaron a producción.
Sin embargo, en los comienzos de la década pasada, cuando Renault estaba desarrollando la cuarta generación del modelo, surgió la posibilidad de producir una inédita versión SUV de tres puertas.
La idea no era nueva, Land Rover había presentado en 2008 el LRX concept, que anticipó la llegada del Evoque de producción tres años después.
El DBF, como se lo denominaba internamente, nunca llegó a ver la luz, pero salió del archivero gracias a una publicación de Losange, la revista francesa que suele dar con estos hallazgos.
Esa cuarta generación del Mégane dejó atrás las versiones con dos puertas laterales (cerrada y cabrio) y el RS, por ejemplo, adoptó la silueta con cinco puertas.
A diferencia del resto de la familia, el DBF utilizaba la plataforma recortada del Espace, pero eso no bastó para que su producción fuera rentable. Incluso se pensó en una versión con cinco puertas, para acallar a los directivos críticos de estas carrocerías, pero su cercanía con el Mégane hatch tampoco ayudó.
Pese a su tamaño mediano (medía 4,25 metros de largo), el DBF adoptaba las enormes ruedas del Espace, algo extraño en esa época pero bastante común en estos tiempos. La segunda ventanilla larga, cortada por el parante C detrás de esta, le da un aspecto único, lejano al de cualquier SUV.
El interior era diferente al del resto de la familia, con un techo vidriado con un mosaico de triángulos (patrón que repite en los faros) que, según la posición del sol, decoraba de diferentes maneras el habitáculo.
Una década o quince años antes, cuando las marcas buscaban producir familias enteras con muchas variantes para atrapar a diferentes públicos, el DBF hubiera sido aprobado.
Pero cuando el DBF fue ideado por el equipo de Laurens van den Acker, los tres puertas ya estaban en retirada y una silueta, partiendo de cero, debía ser rentable no solo en Europa, una realidad del mercado de los últimos tiempos que ya repasamos en esta nota de opinión (ver más).
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