Por Martín Simacourbe

El impuesto PAIS, que fuera puesto en vigencia por la administración de Alberto Fernández ni bien asumió el gobierno en 2019, se eliminará antes de la llegada de 2025.

La esperada confirmación llegó de la mano de la eliminación, a partir de hoy, de la retención del 95% que se le solicitaba a los importadores como anticipo para acceder a las divisas destinadas a tal fin.

Si bien las operaciones ya están prácticamente exentas del impuesto, el impacto se verá en 30 días, cuando el 22 de diciembre caiga definitivamente el gravamen, que actualmente es del 7,5%.

Cuando asumió Milei, la grave crisis financiera llevó al mandatario a elevar el impuesto a 17,5% en forma temporaria. En septiembre volvió al 7,5% habitual y ahora desaparecerá por completo.

A raíz de la anterior baja, en septiembre varias automotrices modificaron sus precios: algunos modelos bajaron su valor (no más allá del 4%, porque el traslado no es lineal) y otros se mantuvieron, lo que llevaba implícitamente una rebaja, teniendo en cuenta que la inflación navegaba al 4% mensual en ese entonces.

Ahora, la caída del impuesto tendrá un impacto menor (antes 10%, ahora 7,5%), con lo cual no habría que esperar grandes rebajas. A lo sumo, como sucedió hace tres meses, lo lógico sería que la mayoría de los modelos importados no muestre subas, pese a que se tenga una inflación en torno a 2%.

Además, las automotrices están en una declarada guerra de precios gracias al flujo sin restricciones de modelos importados (sobre todo de Brasil).

Aunque en las listas oficiales no se note, hay varios modelos (de cualquier origen) que cuentan con importantes rebajas producto del aumento de la disponibilidad, algo que se ve tanto en el segmento compacto como en el de pick ups medianas, solo por tomar un par de ejemplos.