DISEÑO/ESTILO
Una de las cosas que me sigue sorprendiendo del C3 Aircross es su tamaño. Y eso que ya lo manejé en Brasil y acá. Quizás porque deriva directamente del C3 (yo lo defino como una rural) me sigue llamando la atención lo grande que es en comparación a otros SUV del segmento compacto, como una Duster.

El Aircross mide 4,32 metros de largo. Le lleva a 19 cm a una T-Cross y 5 a una Tracker. Solo la Duster, por 2 cm, es más larga dentro del segmento compacto. Con respecto a una Spin es 4 cm más corta, 2 más angosta, igual de alta y 6 cm más generosa entre ejes.

En lo estético, no hay grandes cambios en esta versión Feel Pack. Las llantas son de 16 pulgadas (17 en la Shine) y adoptan un diseño menos agraciado. También faltan los antiniebla delanteros y el techo bitono (que es un opcional en el Shine).

INTERIOR/CONFORT
Adentro no hay novedades para el conductor más allá de los tapizados en tela. Se mantiene el tablero digital y la excelente pantalla multimedia. La posición de manejo es alta, pero es justamente lo que espera el cliente de un vehículo de este tipo.

La calidad es bastante espartana, acorde al posicionamiento de entrada que está adoptando la marca. Aun así, los encastres son buenos y la insonorización está lograda.

El equipamiento pierde pocas cosas como la cámara de retroceso o el control crucero y mantiene la ausencia de agarraderas de techo, el comando de los vidrios traseros mal colocados o los parasoles de pobre calidad.

En las plazas posteriores hay muy bien lugar en todas las direcciones, pero es el mismo de las versiones de cinco plazas. No esperes en este precio un banco corredizo.

Eso sí, una novedad es que el asiento, enterizo en el 5 plazas, está partido en tercios en esta versión para permitir el acceso a la tercera fila.

El lugar que deja es correcto, pero la sorpresa es que la sección más pequeña está del lado izquierdo. O sea, si querés entrar del lado derecho (lo más común cuando estacionás), vas a tener que plegar casi todo el banco para llegar al fondo. Una herencia del desarrollo indio, donde manejan del lado derecho.

Otra ganancia con respecto al 5 plazas son las salidas de aire ubicadas en el techo para los que ocupan la última fila. Bien ahí.

Esta última fila está pensada para niños más que nada. Un adulto entra, pero no la va a pasar bien si el trayecto se estira porque pese al descenso del piso, las rodillas van siempre muy elevadas.

La modularidad es un punto fuerte porque las butacas son individuales y pesan muy poco (7 kilos), con lo cual es muy fácil sacar una o las dos si no vas a utilizarlas.

Ponerlas es algo más complicado (hay que encajarlas abajo y luego trabarlas arriba) y, si es que no las dejás en casa, van a estar siempre molestando, aún plegadas en el piso.

En la Spin, que tiene un banco enterizo, es posible plegarlas contra el respaldo de la segunda fila, dejando un piso plano, algo que no permite este Aircross.

En cuanto al baúl, Citroën solo ofrece la cifra con cinco plazas, 493 de litros (710 una Spin). Con las dos colocadas, casi no queda lugar (salvo encima de los asientos), pero como decía antes, la modularidad es bastante amplia como para llevar relativamente de todo.

Una mala es que con todo esto el auxilio queda por debajo de la carrocería. No es una tentación un auxilio temporal, pero dejarlo en la calle conlleva un riesgo extra.

MOTOR/PRESTACIONES
Mantener el 1.6 VTi de 115 CV y 150 Nm responde a poder seguir ofreciendo la caja manual (el T200 solo viene automático) y una motorización que facilita tener un precio más accesible.

Qué se puede decir de un motor tan probado: sigue siendo muy confiable y en prestaciones no queda mal parado, aunque a la hora de llevar tantos pasajeros se echa de menos la respuesta más vivaz del turbo.

Los números entregaron valores lógicos y cercanos a los que obtuvimos con el Peugeot 208 equipado con esta mecánica (nuestra última prueba del VTi) pero peores a los del T200.

Esto es algo más de 11 segundos para acelerar y 10 para pasar de 80 a 120 km/h en cuarta. La diferencia mayor fue en esta prueba, pero en quinta, que demandó más de 20 segundos (una cifra horrorosa), seguramente por el cambio de relaciones para cuidar los consumos.

Justamente, en el gasto volvió a parecerse mucho más al 208 (con una carrocería que no lo favorece) e incluso al T200, con 6.5 l/100 km en ruta, poco más de 8 en autopistas y más de 10 en ciudad.

Una Spin es más lenta (más de 12 segundos para acelerar) y gasta mucho más (7, 10 y 13 l/100, respectivamente), pero GM ya anunció una mejora en torno al 10% en los consumos del 1.8 en Brasil.

COMPORTAMIENTO
Lo que no cambia entre motorizaciones es el andar. El confort de marcha sigue siendo el faro en donde se guía este Aircross, ofreciendo siempre, y sin importar el camino, un más que agradable desempeño.

El cambio de neumáticos, el perfil más alto compensa la pulgada menos, no le cambia en nada el agrado de uso en los trayectos diarios, con una dirección liviana y una caja que no exige trabajo.

En la ruta nuestra muchas más limitaciones, no solo por el tamaño y el despeje, sino también por una puesta a punto de la suspensión que permite muchas inclinaciones.

Se sabe, si tu idea es llevarlo rápido, tenés muchas otras opciones en el segmento compacto, pero si querés ir muy cómodo, y de a muchos, no hay casi rival que se le plante.

SEGURIDAD
A lo exigido por la ley, el Aircross Feel Pack le agrega únicamente los airbags laterales, algo exprofeso para mantener contenido su precio.

Más allá de eso, todo es mejorable en términos de seguridad, como ser las luces o los frenos, que lo detienen en distancias por encima de los 40 metros, que es una cifra aceptable.

La mala noticia es que, pronto, la Spin (hoy con dos airbags) va a venir con seis, lo mismo que ofrecen el resto de los SUV comparables.

PRECIO/COMPETENCIA
Por tamaño, estilo y motorización, el C3 Aircross tiene una multitud de rivales: desde un Kicks hasta un 2008 base. Pero esta versión de siete asientos apenas puede compararse con una Spin, que como ya dijimos, está en proceso de recambio (ya debutó en Brasil y no falta mucho para que lo haga acá).

No tendría sentido que te fijes en esta opción si no sos de llevar mucha gente, con lo cual tampoco vale la pena estar comparándola con todos sus posibles rivales de cinco plazas.

Esta Feel Pack vale 26.825.300 pesos (la Spin Activ de siete plazas cuesta 2 millones más), un valor que siempre es más económico que el de otras opciones más o menos comparables, pero acorde con los faltantes ya mencionados.

Así, es el siete plazas más económico de todo el mercado argentino. Y ahí radica su principal atractivo.

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