La industria automotriz y autopartista ya no tendrá que tramitar excepciones para importar acero. Además, se digitalizó un trámite que sumaba costos.
El Gobierno Nacional dio un nuevo paso en su meta de simplificar una serie de trámites burocráticos de los miles que posee el comercio, la industria y otras áreas.
En concreto, la Secretaría de Industria y Comercio del Ministerio de Economía decidió la modificación del reglamento técnico del acero, algo que permite “simplificar y bajar los costos del proceso de importación de este producto, que en Argentina es hasta un 50% más caro que el promedio mundial“, detalló la comunicación oficial.
Con esta decisión, el gobierno aspira a que haya “mayor oferta, lo que redundará en más competencia y baja de precios“, algo que fue celebrado por Asociación de Fabricantes de Argentina. “Las medidas anunciadas resultan positivas y van en el camino correcto para mejorar la competitividad y capacidad de inserción internacional del sector“, señaló Adefa.
Hasta ahora, la industria automotriz, autopartista y metalmecánica tenían que tramitar excepciones para poder importar acero, necesitando que el INTI (u otra certificadora) visite la planta del proveedor extranjero dos veces por año, lo que generaba altos costos. Esa visita pasará a ser de una cada dos años y una vez que se cuente con la certificación, ya no habrá que repetir el trámite.
A su vez, el Régimen de Reposición de existencias, denominado Repostock y que permite reponer el stock de insumos importados que hayan sido usados en exportaciones industriales, será digitalizado y transformado. Para tomar idea de lo engorroso que era su tramitación, apenas 73 de las más de 5.000 empresas habilitadas a utilizarlo lo tramitaron el año pasado.
El beneficio “permite volver a importar sin impuestos los bienes utilizados en una exportación anterior, lo que le posibilita a los productos argentinos ser más competitivos en el mercado internacional“, dice el comunicado.
La Asociación de Fabricantes de Componentes también celebró esta medida, que es “sumamente positiva para la mejora de la competitividad de la cadena de valor automotriz“, aseguró AFAC.
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