La “guerra” en la que están envueltos el gobierno italiano y Stellantis (dueña de todas las marcas de lo que fuera el Grupo Fiat) parece que va a sumar en breve una nueva batalla.

Los primeros combates comenzaron cuando Stellantis anunció inversiones para las marcas italianas en plantas que están fuera de la península y tocó su punto más alto con la llegada del último SUV de Alfa Romeo.

Stellantis lo nombró Milano, pero como se produce en Polonia, el Gobierno apeló a una ley que prohíbe utilizar símbolos italianos en productos que no sean locales. ¿Resultado? Stellantis tuvo que archivar la denominación y renombrarlo como Junior.

Poco después, el conglomerado anunció inversiones en Italia y hasta adelantó que el nuevo 500 híbrido (que sí se produce allí) se llamará Torino para diferenciarse de la versión eléctrica.

Pero cuando parecía que la tregua iba por buen camino, una publicación del diario Il Sole agitó nuevamente las aguas. Al parecer, el gobierno podría apelar a una ley sancionada el último diciembre y reflotar dos marcas clásicas.

Con la compra de FCA, Stellantis adquirió los derechos de Autobianchi e Innocenti (ver más), marcas que fueron cerradas por Fiat en la década del noventa.

La ley establece que el gobierno puede utilizar marcas que estén en desuso en los últimos cinco años, algo en lo que entrarían las mencionadas automotrices.

La idea del gobierno italiano, luego de esa hipotética posesión, es entregarlas a inversiones que aseguren la producción en territorio italiano, una exigencia que permanentemente le hace el gobierno de Meloni a Stellantis.

Ante la noticia, todos miraron a la industria china, que está en la búsqueda de incentivos para establecer las fábricas con las cuales abastecer su expansión en el continente europeo.

¿Será este rumor parte de una estrategia para presionar a Stellantis con nuevas inversiones o veremos en poco tiempo como marcas chinas reflotan a dos clásicos de la historia automotriz italiana?