El Vento de séptima generación, que en Norteamérica se vende como Jetta, sufrió un nuevo rediseño, el segundo desde que debutó en 2018.

Este es más profundo que el anterior, ya que cambia las ópticas (más finas y alargadas), parrilla (mucho más pequeña) y paragolpes. Hay un nuevo aplique que simula una extensión del capot, una tira led que une ambas luces y la leyenda Let’s go en la parte inferior de la toma de aire del GLI.

Atrás cambia el estilo de las luces en la zona que ingresa al baúl. Muestran otro diseño y ambas se unen con un aplique iluminado que ahora contiene el nombre del modelo.

Por dentro, hay una nueva pantalla táctil, con varios botones físicos y ahora del tipo flotante, en vez de estar empotrada en la consola. También cambian las salidas de aire y los comandos de la climatización.

Lo que no se modificaron fueron las mecánicas. En Estados Unidos se mantiene la versión normal, con un 1.5 de 160 CV, y nuestra GLI, con el 2.0 de 230 CV. El primero dejó de lado la opción manual, que, sin embargo, continúa en la deportiva, algo que tampoco tenemos acá.

Sabiendo que la única planta que produce al modelo es la de Puebla, es de esperar que en cuanto termine el stock del actual Vento, tengamos esta nueva versión. Quizás para entonces, además del GLI, podamos tener alguna otra opción de media gama.