Manejamos el nuevo producto de Fiat en Salta, durante su presentación. Un compacto con atributos de mediano que busca su nicho en el mercado.
Por Martin Simacourbe
Fotos: Juan Lopetegeui y Prensa Fiat
Ya lo habíamos manejado en la Costa en el verano, cuando el grupo Stellantis confirmó que llegaría al mercado argentino. Ese contacto fue breve, pero ahora pudimos recorrer algunos cientos de kilómetros con el Fastback.
El nuevo producto de Fiat tiene varios atributos propios, pero su sello distintivo es el diseño, una materia que tiene mucho de subjetivo, con lo cual poco importará mi opinión, si no la tuya.
Lo que es innegable es que es algo distinto en el mercado. Emula lo que supo ser el BMW X6, con esa cola voluminosa que le da, justamente, nombre al modelo. Pero las proporciones son muy distintas: los por qué hay que buscarlos en la plataforma y base estructural (la misma del Cronos) en la que el equipo del diseñador italiano Fassbender realizó un intenso trabajo para ubicarlo como un SUV.
¿Lo es? Hoy, casi todo lo que esté levantado y tenga algunos plásticos entra en la categoría (al menos para las automotrices), pero el Fastback es un… fastback. Un crossover con algo de sedán, mucho de cinco puertas y una pizca de SUV.
Pero como no hay nada parecido en el mercado (le pasó a la EcoSport, a la Toro y antes a muchos más), el cliente lo verá como una alternativa a las viejas rurales, al actual Corolla y a muchos SUV compactos y medianos.
Su gran rival vendría a ser el VW Nivus, pero es casi 20 cm más corto y además Fiat lo posicionó casi como un deportivo gracias a una mecánica infrecuente en el segmento de los compactos.
El Fastback viene con el 1.3 ya conocido en Renagade, Compass, Toro y Abarth Pulse. Son 175 CV y 270 Nm que dejan en ridículo a la mayoría del segmento B y coquetea con el C. Con 175 CV, ofrece más que Taos (150 CV) y hasta más que Corolla o Corolla Cross (170 CV).
No medimos prestaciones, pero Fiat declara poco más de 9 segundos para acelerar. La respuesta bajo el pie derecho se nota, pero la caja (automática de seis) muestra algunos retrasos que pueden compensarse con el uso de las levas y el modo Sport, que activa un poco más las cosas.
El otro gran atributo es el baúl, 75 litros mayor que un Cronos (llega a 600 sin abatir los asientos), una cifra que también deja varios cuerpos atrás a cualquier tipo de competencia.
Cuando manejamos en la costa las unidades preserie, detectamos problemas de aislación eólica, los cuales desaparecieron por completo en las curvas salteñas. La calidad está muy bien para ser un compacto regional, con un bun mix de texturas, una butaca agradable y encastres que anticipan una vida útil sin grillitos. Veremos cómo el correr del tiempo lo afecta.
La posición de manejo es alta, pero se puede enfrentar el volante (de muy buen grip) con comodidad. El acompañante sí va muy elevado, algo que se va haciendo común. Atrás hay un espacio correcto, sin el brillo de varias SUV concebidas como tal. Además, la caída del techo resta altura, pero para una familia tipo basta y sobra, salvo que papá sea de patas muy largas.
En lo dinámico, el Fastback también sorprende. Con la base Cronos y un largo entre ejes y de trocha no tan generoso como en un mediano, uno espera que los 175 CV lo pongan en aprietos, pero en este trazado de curvas montañosas que recorrimos apoyó muy bien, dobló firme y solo ante curvas cerradas muestró la subvirancia típica de un modelo que lleva todo el peso adelante.
La versión Abarth (que no manejamos) repite lo realizado en el Abarth Pulse, con distintos ajustes en frenos, respuesta, dirección y hasta un mayor ancho de los neumáticos. No hay más potencia, pero seguramente lleva la vara apenitas por encima, como para dejar satisfecho a quien opte por esa versión.
En cuanto a equipamiento, el Fastback solo entrega cuatro airbags (casi todos sus rivales ofrecen seis), pero en contrapartida suma al frenado autónomo (que no todos traen) el mantenimiento de carril, una ayuda poco y nada vista en este precio. En confort brinda cargador inalámbrico, tapizado de cuero, climatizador, una generosa y funcional pantalla táctil y un tablero digital no tan atractivo. En el debe solo queda el techo corredizo.
Como ya hizo otras veces en su historia, Fiat recurre a algunos trucos en el diseño y atributos muy sólidos, como el motor, para posicionarse en lo alto del segmento compacto y tentar a quienes no encuentran en el mediano algo disruptivo y deportivo a la vez. Con una gama acotada, con precios entre 32 y 34 millones, está bien posicionado para lo que ofrece.
La primera barrera, sin dudas, estará en ese particular diseño. Pero si la respuesta es positiva, tiene buenas chances de atrapar a una clientela que históricamente le dio la espalda a la marca italiana en esta franja de precios.
2 comments
2 Comments
Sergio
22 mayo, 2024, 9:48 amLe deseo suerte.
REPLYA mi no me cierran esas proporciones que tiene. Tendré que verlo en persona para ver si mejora esa sensacion.
De todos modos, a precio de Corolla, dificil tenerlo en cuenta
Daniel @Sergio
24 mayo, 2024, 11:08 amCada vez que lo veo me gusta (y deseo) más ése diseño Fastback que otros no tienen, por lo tanto la jugada de Fiat me parece brillante.
Se van a cansar de venderlo a quienes -como yo- deseamos ésa parte trasera "distinta"
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