En Argentina se recuperan apenas 30 piezas de cada automóvil dado de baja. Lo exige una resolución que la cámara de recuperadores quiere modificar.
Las limitaciones a las importaciones que provocó el último gobierno a causa de la falta de dólares se siguen sintiendo varios meses después del cambio de autoridades, en particular en el rubro de los repuestos de automóviles.
La delicada situación provocó que la Cámara de Recuperadores y Venta de Autopartes (CARVA) solicite un cambio en la ley 25.761 y la resolución 199/2005 de la Secretaría de Industria.
El presidente de esta cámara creada en 2017, José Luis Alvarez, señaló al sitio Urgente24 que la ley “establece que de cada vehículo solo se pueden recuperar 30 piezas y el resto debe ser destruido. Esto limita el crecimiento de las empresas dedicadas a esta actividad, así como la generación de empleo“.
Estas compañías se nutren, de manera lícita, de los vehículos que fueron dados de baja por las aseguradoras, que suman más de 35 mil unidades por año. Así, reinsertan en el mercado de reposición los repuestos recuperados.
En otros países, la recuperación de piezas está en torno al 90% de las 4.000 piezas que puede tener un automóvil, con más de 40 materiales diferentes.
Si se modificara la ley, “podríamos aportar al mercado repuesto que hoy son escasos. 30 piezas apenas representan el 0,075% del total de piezas que componen un auto“, completó Alvarez.
Estas piezas son: alternador, bobina de encendido, bomba de agua, bomba de nafta, bomba inyectora, caja de transferencia, caja de velocidades, capot, carburador, compresor de aire acondicionado, condensador, aire acondicionado, electroventilador, grilla delantera, guardabarros delanteros, instrumental de tablero, intercooler, módulo de inyección, motor de arranque, motor semiarmado, portón trasero, puertas, radiador, radiador de aceite, tablero de instrumentos, tapa de baúl, tapizado de techo, tapizados de puertas, turbo compresor y volante de motor.
En Argentina, CARVA nuclea a 164 empresas dedicadas a la recuperación y comercialización de repuestos, las cuales emplean a más de 1.500 personas.
Según Alvarez, de lograrse el cambio, “habría menos emisiones perjudiciales para el medio ambiente por la reutilización de partes, se generarían nuevos puestos de trabajo, se sustituirían importaciones mejorando la balanza, habría más oportunidades de exportación y se reduciría el robo de automotores debido a una mayor disponibilidad de repuestos en el mercado lícito“.
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Daniel
15 abril, 2024, 12:23 pmCómo simple usuario de un vehículo considero que la modificación de esa ley es lo más lógico y racional. Los argumentos del Sr. Alvarez son indiscutibles y con peso suficiente para darle prioridad.
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