Ahora que está por aparecer la cuarta generación del Panda (ver más), hay una curiosa historia que involucra a la segunda camada, su nombre y al Renault Twingo.

Pese a que para 2003 el Panda original era toda una institución dentro de la marca italiana, con 23 años de vida, Fiat decidió que su reemplazante tendría un nombre nuevo.

El primer anticipo se había visto en el Salón de Bologna de 2002, con el Simba, un concept diseñado por Bertone. Tenía un tamaño similar al Panda, pero un diseño moderno y cinco puertas.

El Salón de Ginebra fue el lugar elegido por Fiat para estrenar la versión que llegaría a las calles. No había muchas diferencias de diseño con el prototipo (esta sirvió para una futura versión 4×4), pero sí un nombre nuevo: Gingo

La elección fue automáticamente cuestionada por Renault, que se quejó del parecido fonético con el Twingo, otro modelo destinado al segmento inicial, que todavía se vendía en su generación original.

La cita de Ginebra fue en marzo, pero en julio, en el Tour de France, Fiat insistió con el nuevo nombre, a solo dos meses del inicio de la comercialización del nuevo modelo.

Renault puso nuevamente el grito en el cielo y como las amenazas incluían una presentación judicial, Fiat tuvo que dar marcha atrás, pese a que ya tenía encargada folletería y campañas publicitarias con la denominación Gingo.

Con poco tiempo para buscar un nombre nuevo, la italiana lo hizo fácil y se decantó por mantener el nombre Panda, que incluso sobrevivió a la tercera generación y hará lo propio con la cuarta.

El nombre Panda es tan fuerte actualmente, que la actual generación, que continuará con vida pese a la llegada del nuevo modelo eléctrico, pasara a denominarse Pandina, como cariñosamente llaman los italianos a este modelo, que hace 21 años pudo tener otro nombre.