Una de las decisiones más esperadas del nuevo gobierno por parte de las automotrices ya se llevó a cabo: la eliminación de las polémicas SIRA, el sistema por el cual la administración anterior aprobaba las importaciones.

Esta modalidad, que reemplazó en 2022 a las SIMI, puso todo tipo de trabas a la llegada de modelos y autopartes importadas con la justificación de la falta de divisas, lo que creó una suerte de aduana paralela con su propia caja para liberar insumos.

Ahora, el nuevo gobierno estableció las SEDI (Sistema Estadístico De Importacones) para que los que quieran importar hagan una declaración en forma anticipada para “normalizar y facilitar el comercio exterior“. Una medida que no requerirá la aprobación de la Secretaría de Comercio, sin dudas el gran cambio en la normativa.

Asimismo, se creará un “Padrón de Deuda Comercial por Importaciones con Proveedores del Exterior” para atender la deuda comercial vigente que afecta a toda la industria y en particular a la del automóvil.

Más allá de la facilidad para importar que aporta la nueva normativa, sigue estando el problema del acceso a los dólares. Quienes quieran utilizarlo, podrán inscribirse siempre que “hayan logrado cancelar una deuda con proveedores del exterior mediante otros mecanismos que no implican el giro de divisas, dejando asentado el cumplimiento total de las obligaciones de pago asociadas a esa operación“, asegura el diario La Nación.

AutoWeb averiguó que el gobierno está trabajando para que las empresas puedan obtener los dólares necesarios para las nuevas adquisiciones de insumos sin tener que comprar los dólares a través del Banco Central.

Con un mercado recesivo, veremos si en 2024 esta nueva modalidad trae un aluvión de modelos importados al país, los cuales deberán seguir pagando el 35 por ciento de arancel si es que provienen de fuera del Mecosur o México. En la actualidad, más de 60 por ciento del mercado está dominado por los modelos de producción local.