Uno de los tantos problemas en materia económica que dejó el último gobierno fue la tremenda deuda comercial que las entidades privadas (entre ellas automotrices y proveedores) fueron tomando en el exterior (muchas veces su propia casa matriz).

Al no haber dólares, el gobierno promovió que estas empresas importaran insumos para seguir produciendo, pero sin entregar los dólares necesarios para hacerle frente a esos envíos, con la promesa de reintegrarlos en una fecha que se diluyó.

Esa deuda creció hasta superar los 55.000 millones de dólares (las estimaciones son muy dispares), de los cuales entre 6 y 8 mil corresponde al rubro automotor.

Ahora, las nuevas autoridades crearon el Bopreal, con plazo máximo al 31 de octubre de 2027, en el que los importadores obtendrán un bono en pesos que podrán cancelar al dollar linked o cobrar en dólar billete una vez finalizado el plazo. La tasa nominal anual de este bono será de 5 por ciento.

De acuerdo a la información oficial, solo podrán solicitar el bono los importadores de bienes y servicios con operaciones pendientes de pago.

Esta medida, que es criticada por el arco opositor, es también una herramienta para garantizar el normal funcionamiento de la industria local, que estaba hasta el cuello con deudas millonarias, una cadena de pago rota y una gran incertidumbre sobre cómo iba a continuar el flujo de insumos importados.