Por Martín Simacourbe

Javier Milei está asumiendo hoy la presidencia de la Argentina en el marco del 40° aniversario del regreso a la democracia. Como en muchos otros ámbitos, en estas cuatro décadas los vaivenes fueron moneda corriente para la industria automotriz argentina.

Si bien Raúl Alfonsín tomó el poder en diciembre de 1983 y lo dejó a mediados de 1989, el racconto lo vamos a hacer en el período 84-89. En promedio, durante el gobierno radical, se produjeron unas 160 mil unidades anuales, se exportaron menos de 1.000 y se vendieron en el mercado interno 162 mil unidades, siempre con números oficiales de Adefa.

Eran tiempos en que Sevel controlaba Fiat y Peugeot (y vendió unidades de GM), se creó Autolatina (Ford y VW), Citroen no había pegado la vuelta y Toyota no producía en el país.

La llegada de Carlos Menem cambió todo, sobre todo después de la firma del tratado del Mercosur (ver más), en 1991, que posibilitó el intercambio entre los países miembros (sobre todo de Brasil y Argentina), lo que potenció las exportaciones y las ventas internas. Durante el primer mandato justicialista (90-95), en promedio se produjeron 256 mil unidades anuales, se exportaron 22 mil y se vendieron 311 mil.

Para el segundo mandato del riojano (96-99), la producción promedio creció a 381 mil unidades, las exportaciones subieron a 155 mil y las ventas a 409 mil unidades anuales.

El Mercosur provocó numerosos cambios, con el regreso e ingreso de las casas matrices a la Argentina: se disolvieron Sevel y Autolatina, comenzó a producir Toyota, regresaron Chevrolet y Citroën formalmente y Renault volvió a controlar su marca (ver más).

Fernando De la Rúa tuvo un mandato corto y entre 2000 y 2001 se produjeron 288 mil unidades anuales promedio, se exportaron 139 mil y se vendieron 242 mil unidades. Eduardo Duhalde completó los dos años de mandato (2002-2003) con 165 mil unidades producidas, 109 mil exportadas y 119 mil vendidas.

El 2002 fue el año de menor venta de unidades de todo el período democrático, con unas 82 mil unidades, mientras la crisis brasileña de 1999 castigó las exportaciones a ese país, el más demandante de la producción argentina.

Néstor Kirchner tuvo un contexto internacional mucho más favorable y creó uno similar puertas adentro. Entre 2004 y 2007 la producción creció a 389 mil unidades anuales promedio, se exportaron 203 mil y se vendieron 435 mil unidades.

Cristina Fernández tuvo dos períodos: en el primero (08-11) se produjeron 664 mil unidades anuales, se exportaron 391 mil y se vendieron 670 mil unidades. En el segundo (12-15), la producción creció a 675 mil unidades anuales promedio, las exportaciones bajaron a 353 mil unidades y las ventas subieron a 755 mil. Los números más altos de estos 40 años.

Con Mauricio Macri los números se redujeron: la producción fue de 432 mil unidades anuales promedio, las exportaciones de 223 mil (otra vez castigadas por una baja de la demanda brasileña) y las ventas de 664 mil.

En tanto, Alberto Fernández (sin contar diciembre de este año), promedió 451 mil unidades producidas anuales, 256 mil unidades exportadas y ventas por 351 mil unidades. Este período soportó la pandemia de 2020, que bajó todos los números de ese año a niveles similares a los de 2004.