Chevrolet tenía listo para ofrecer un rediseño del 400 y posicionarlo entre el Opel K-180 y la Chevy, pero la retirada de GM Argentina abortó los planes.
Hace solo unos días, hicimos una nota acerca de los Opel que se vendieron con marca Chevrolet en la Argentina (ver más). Allí reunimos a los Corsa, Kadett, Astra, Vectra y Zafira, entre otros.
Pero hubo otro Opel que pudo haber sido vendido en la Argentina con el moño en la trompa. Sin embargo, el abrupto final de la estancia de General Motors en nuestro país, a fines de la década del setenta, truncó los planes.
Se trataba de una reedición del Chevrolet 400, el modelo que había sido discontinuado en 1974, cuando General Motors decidió meterse en un segmento inferior con el Opel K-180 (derivado del Kadett europeo, ver más).
El desarrollo del proyecto estuvo a cargo del diseñador Jorge Ferreyra Basso, quien falleció en 2021, trabajó por casi cuatro décadas en el grupo americano y fue ampliamente conocido por haber creado la Serie 2 de la Chevy.
En una entrevista con el sitio Autohistoria, Basso reconoció que “en el año 77 me mandaron un mes y medio a Alemania para hacer un rediseño del Chevrolet 400 (se iba a llamar Chevy 400). La idea era hacerlo parecer un poco más chico y posicionarlo como escalón intermedio entre el Opel K-180 y la línea Chevy”.
El 400 y la Chevy formaban parte de la familia Nova en Estados Unidos y uno fue reemplazante del otro, aunque aquí convivieron por cinco años (ver los Nova que no tuvimos).
El 400 medía 4,65 metros de largo y la Chevy 4,86, por lo que ante la llegada del K-180 (de solo 4,13 metros de largo), se formó un amplio espacio en la gama que GM quería atacar con un nuevo modelo.
El elegido en Europa para tomar como base fue el Opel Rekord, que ya se vendía en Brasil como Chevrolet Opala. Ambos medían 4,57 metros de largo, un poco menos que el 400 original. La ilustración de cómo sería y que viste esta nota fue publicada en la revista Ruedas Clásicas.
“Trabajé en el departamento de diseño de Opel, donde tenía a mi disposición un grupo de ingenieros y modelistas que me ayudaron en el desarrollo. Volví a Buenos Aires, con toda la información, planos, fotos, etc., pero ya estaba tomada la decisión de cerrar la empresa y se pararon todos los proyectos”, recordó Ferreyra Basso en la misma entrevista de Gustavo Feder, realizada en 2008.
General Motors se retiró de la Argentina en agosto de 1978 y solo volvería con algunos modelos importados en la época en la que se abrieron las fronteras. Luego retornó al país de la mano de Sevel y Ciadea para producir pick ups, hasta que regresó oficialmente a mediados de los noventa, ya con la idea de abrir la planta que finalmente levantó en la provincia de Santa Fe.
3 comments
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Hugo Alberto
7 octubre, 2023, 10:33 pmQué raro los peronistas siempre arruinando todo. La única que quedó fue Ford sin competencia y nos vendió por 40 años una chatarra llamada Falcon.
REPLYDiego@Hugo Alberto
17 octubre, 2023, 1:40 pmHugo Alberto… las automotrices que cerraron y se fueron a principios de los 80, lo hicieron porque los planes de los militares de turno no incluían a la industria nacional… no se que tiene que ver el peronismo en esto… Hay varios libros interesantes y escritos en forma muy neutra sobre la industria automotriz nacional. Podrías iluminarte y leer alguno.
REPLYDaniel
9 octubre, 2023, 7:46 amPor lo que se puede apreciar en la imagen, tiene mas pinta de utilizar la plataforma del Chevy que la del Opala. Los voladizos, la caida del parabrisas, el tamaño y curvatura de la puerta trasera. Capaz q la imagen sea un rediseño del Chevy que, si mal no recuerdo, también se habló.
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