Así iba a ser el Junior, el primer Jeep global que no llegó a la producción

Así iba a ser el Junior, el primer Jeep global que no llegó a la producción

Fue creado en los tiempos en que Renault controlaba a la dueña de Jeep, pero ni siquiera vio la luz cuando Chrysler desempolvó el proyecto.

Los años ochenta fueron particularmente especiales en la historia de Jeep. Porque desde 1979, Renault tenía una asociación con AMC que provocó que la marca americana se vendiera en Europa y también se abriera a nuevos proyectos.

En ese tiempo se desarrollaron el primer Cherokee montando en una plataforma monocasco y el primer Wrangler (reemplazante del mítico CJ), aunque este se presentó una vez que la compañía francesa abandonara la sociedad, en 1987.

Sin embargo, la llegada de los franceses también generó el proyecto de un nuevo modelo que se ubicaría por debajo del Wrangler y que, además de atacar el segmento inicial en Estados Unidos, estaba pensado para llegar a mercados del tercer mundo gracias a una producción muy simple que posibilitara su ensamble en distintos países.

Denominado J90, el proyecto no prosperó por las urgencias económicas de la marca del rombo, pero estaba bastante avanzado. Se hicieron hasta 60 prototipos con varios diseños, tanto con los clásicos faros redondos del Willys como con los cuadrados con los que debutó el Wrangler, ambos con cinco barras en vez de las siete habituales del CJ. Incluso Renault tenía su propia versión sin más cambios que el rombo en la trompa (ver debajo), aunque adoptaba seis barras en la parrilla.

Hubiera sido un gran rival de del Suzuki Samurai, una evolución del Jimny lanzada en 1986 en Estados Unidos, que era más pequeño, pero hasta 50 por ciento más barato que el nuevo Wrangler. Pero las clínicas con clientes Jeep no habían sido satisfactorias. Y para colmo AMC estaba en plena separación de Renault y buscando nuevos dueños.

Allí apareció Chrysler con Lee Iacocca a la cabeza. Como el Samurai lograba ventas por 100.000 unidades anuales en Estados Unidos, el directivo desempolvó el proyecto del pequeño todo terreno, que pasó a denominarse JJ, siglas de Jeep Junior.

Se dejó de lado los motores Renault, se adoptó el 2.5 clásico de la marca, cambió el sistema de tracción para enamorar a los clientes de la marca y hasta se propuso una versión de cuatro puertas, algo que el Wrangler adoptaría muchos años después.

Sin embargo, el proyecto creció tanto que su ejecución demandaría una nueva planta para construirlo, algo imposible en una compañía en la que no sobraba el dinero. Iacocca prefirió seguir con el desarrollo del Grand Cherokee, la nueva línea de vehículos de Chrysler y el proyecto de lo que sería la Caravan (ver más).

El Wrangler tuvo su versión barata, denominada S, que vendió bastante bien, e incluso en 1997 Jeep presentó el Icon concept, con mucho de lo visto en el Junior, aunque tampoco llegó a las calles. De haber nacido, el Junior hubiera sido el primer Jeep global, algo que años más tarde Sergio Marchionne haría realidad con el Renegade.

El J90 tenía un chasis y partes de fácil colocación en una planta de ensamblado.
El estilo era como el de los Jeep clásicos, con una zona abierta o con techo de lona.
Hasta Renault tuvo su versión proyectada.
Más tarde se pensó en una versión cuatro puertas, lo que encareció el proyecto.
El concept Icon de 1997 tomó parte de sus ideas.
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