DISEÑO/ESTILO
El nuevo A3 mantuvo su estilo, algo que siempre se le valora a un sedán en medio de la avalancha de SUV que invade el mercado. Pese al tradicional motor transversal, el capot es largo y, la parrilla, imponente. Y aunque con los faros led no necesita antinieblas, hay un marco cromado en esa zona del paragolpes.

Aunque comparte segmento y plataforma con un Vento, el tamaño del A3 sedán es más cercano al de un Virtus (incluso mide 6 cm menos de largo), quedando nada menos que a 25 cm del sedán mediano de VW, con una distancia entre ejes es solo 6 cm menor. El A3 mide 4,50 metros de largo (34 cm más que el Sportback), 1,82 de ancho y 1,43 de alto.

Con respecto a la versión 35 en cuanto al aspecto exterior, hay otra medida de llantas (18″ en vez de 17″), faros full led, el paquete S-Line y el techo corredizo.

INTERIOR/CONFORT
Después de subirme a muchos Audi con un patrón muy similar más allá de algunos equipamientos novedosos, este nuevo A3 rompió con algunos moldes dentro de una marca que suele innovar muy lentamente puertas adentro.

No es una revolución ni mucho menos, pero la disposición elevada de las salidas de aire para el conductor renueva la vista. Para el acompañante también hay dos salidas, pero casi pegadas por sobre la guantera. En sintonía van las manijas interiores de las puertas, con un diseño que llama la atención.

Como siempre, la consola está dispuesta levemente hacia el conductor e incluye una buena pantalla táctil, unas pocas teclas y un espacio para dejar algunos objetos, que se complementa con dos posavasos y un portaobjetos con tapa entre los asientos.

La selectora también es novedosa en el modelo, con una simple palanquita que suplantó a la tradicional. Es cómoda y hay levas para cuando se quiere utilizar el modo manual. Eso sí, le falta el Auto Hold para detenerlo en los semáforos y descansar el pie derecho.

La calidad es buena, pero sin ese extra que suele entregar Audi. No hay nada reprochable, pero salvo la insonorización, nada sorprende. El tablero es digital, pero no hay posibilidad de cambiar el tamaño de los relojes o jugar con alguna configuración diferente.

Otra cosa que se repite es la excelente posición de manejo y el reducido espacio trasero, aunque dos adultos van a ir cómodamente. Un eventual quinto pasajero la pasa peor por lo dura que es la butaca central y el amplio túnel, herencia de una plataforma que permite tracción integral y también hace de las suyas en otros modelos.

El baúl es de lógicos 425 litros, con muy buena presentación y brazos que no interfieren, pero no hay una red para sujetar objetos. Por debajo está el habitual auxilio temporal de los finitos.

Por su parte, el equipamiento es el esperado, con pocos extras como el estacionamiento asistido y un techo que no es panorámico. Más allá del cargador inalámbrico, lo dicho del tablero y poco más, no hay faltantes de importancia, algo que sí se ve en el apartado de seguridad.

MOTOR/PRESTACIONES
La gama, como dijimos, tiene dos versiones: una con el 1.4 de 150 CV (uno de los mejores motores del mercado) y este 2.0 de 190 CV que ya ofrecen otros Audi.

A diferencia del A4 que probamos hace poco (ver más), no lleva la micro hibridización que baja muy ligeramente los consumos y con el que el modelo excede el pago de patentes en varias jurisdicciones.

Ofrece 190 CV y 320 Nm en un muy amplio rango de uso, lo que le permite pasear señorialmente a bajas vueltas y tener buena explosión cuando se lo solicita. Las prestaciones lo corroboran, con 8 segundos para acelerar y 6 para pasar de 80 a 120 km/h, cifras donde también juega la siempre eficiente caja de doble embrague y siete marchas del grupo alemán.

Los consumos son muy buenos para la potencia, con unos 6 l/100 km en ruta, 8 en autopistas y cerca de 11 en ciudad, dependiendo las circunstancias y el tránsito.

COMPORTAMIENTO
Se sabe que por más nuevo que sea, cualquier A3 responde a una tradición a la que también se abrazan muchos otros modelos del grupo VW que se suben a esta plataforma: un andar de primer nivel.

El origen europeo y las llantas de muy bajo perfil le juegan en contra en algunas circunstancias. En esos empedrados que duelen, la suspensión trabaja bien, pero los neumáticos sufren, mientras que en los lomos de burro, el retorno de la amortiguación se hace sentir con un golpe seco.

La mejor cara está en los buenos trazados, donde no importa a la velocidad que se transite, el A3 lo hace con muchísimo aplomo. Dobla con autoridad, pisa siempre firme y la dirección acompaña con precisión.

Sin embargo, pese a todo esto y a que tenemos 190 caballos, no tiene reacciones explosivas como sí propone el Vento con 220 CV. Las diferencias son muy sutiles, pero este A3 tiene un paso más sobrio, aunque a la hora de llevarlo bien alegre responde sin titubeos.

El sedán ofrece también tres modos de conducción, pero que no alteran demasiado el comportamiento, sino que modifican algunos parámetros para lograr una conducción más deportiva o eficiente. 

SEGURIDADLlegamos al talón de Aquiles de este A3. Pese a que muchos Premium vienen pagando esa deuda clásica en cuanto a la dotación de seguridad, el A3 llega con poco.

Por supuesto, hay seis airbags, además de un entorno seguro, excelente iluminación y, por ejemplo, buenas cifras de frenado, con menos de 40 metros para llegar de 100 km/h a 0.

Pero por su precio y posicionamiento, debería ofrecer asistencias a la conducción, como las que ya ofrecen vehículos de muchísimo menor costo, como un Versa, un Yaris o un Pulse.

La foto de la sección es del mantenimiento de carril, que Audi anunció en el lanzamiento, pero no está disponible, incluso teniendo la tecla en la punta del brazo izquierdo de la columna. Tampoco hay frenado autónomo (el faltante más sensible), control crucero adaptativo o detector de punto ciego. 

PRECIO/COMPETENCIA
En estos tiempos convulsionados, no tiene gran valor hablar de precios. Este A3 Sedán 40 Advanced cuesta 61.000 dólares billete, un número muy elevado, pero lógico teniendo en cuenta la forma en que Audi tiene que importarlo y lo que la competencia ofrece.

Para el cliente habitual de la marca, mantenerse al día con las actualizaciones es siempre un valor bien invertido, pero el que se quiera acercar a la marca de los anillos deberá esperar un mejor momento.

La disponibilidad, gracias al mencionado dólar billete, viene siendo bastante buena en los últimos meses, lo que le permitió a la marca mejorar sensiblemente sus números de patentamientos.