El nuevo Chery Tiggo 8 Pro ofrece siete plazas, gran modularidad, mucho equipamiento, buena calidad y un motor potente, pero bastante gastador.
Por Martín Simacourbe
Fotos: F.G. y M.S.
Pese a que solo tiene 15 años en la Argentina, la filial local de Chery ha pasado por una multitud de situaciones. El comienzo fue difícil, ya que fue la primera terminal china en vender productos en el país, luchando contra una complicada reputación de los modelos de ese origen.
Fue ganando terreno hasta que, a mediados de la década pasada, las primeras restricciones a los importados frenaron ese avance. Luego repuntó con el macrismo y la llegada de otras marcas chinas, pero ahora vive tiempos complicados, con un volumen reducido y una oferta igualmente pequeña.
Sin embargo, la marca se las arregló para sumar un nuevo modelo a su gama, en un segmento donde nunca había estado representada: el de los SUV de siete plazas, un nicho donde unas pocas marcas conviven (ver más).
Y además lo hace en el mejor momento de Chery a nivel mundial, con productos que ya no tienen (prácticamente) nada que envidiarle a los producidos en los mejores centros industriales de occidente, con una calidad, equipamiento y comportamiento que lo pone no solo a la par, sino entre las mejores propuestas, al menos en lo que tiene que ver con este Tiggo 8.
AutoWeb se subió a la única versión disponible, con motorización turbo y equipamiento full, que se las tiene que ver contra rivales del fuste de los Jeep Commander, Peugeot 5008 o VW Tiguan Allspace, sin olvidar la reciente llegada del Nissan X-Trail (ver más).
DISEÑO/ESTILO
Aunque es muy parecida a algunos otros SUV de su tamaño (como el Ford Territory, también desarrollado en China), se puede decir que Chery ha encontrado su propio camino en el diseño, sin copiar a otras marcas como sucedió en generaciones anteriores.
El resultado es agradable y más teniendo en cuenta que estamos ante un vehículo de siete plazas, que siempre tienen que hacer concesiones (sobre todo en el sector posterior) a la hora de embellecer sus líneas.
El frente mantiene lo visto en el resto de los Tiggo, con una amplia parrilla salpicada por elementos cromados, faros rasgados y un capot largo y plano, tal cual viene siendo tendencia en los SUV más modernos.
Mide 4,72 metros de largo, lo que lo posiciona apenas por debajo de los Tiguan y Commander y por encima de los X-Trail y 5008. Muestra una gran superficie vidriada, pero la visibilidad hacia atrás está reducida por una pequeña luneta, algo que sufren en general este tipo de carrocerías.
Las llantas son de 18 pulgadas y estan montadas en unos desconocidos cauchos Atlas Batman A51 del fabricante belga Deldo, en medida 235/55.
INTERIOR/CONFORT
Lo mejor de esta propuesta se ve puertas adentro, no solo por el diseño, sino también por la calidad de materiales. Es tremendo como ha evolucionado la industria china en la materia, algo que ya habíamos notado en productos de Haval o Great Wall, pero que no deja de sorprender en esta Chery.
Hay plásticos blandos en la zona superior, buenas terminaciones en general, uso correcto de otras texturas y tres pantallas de excelente definición. Incluso el portaobjetos central (que en modelos chinos de camadas anteriores mostraban poco y nada de esmero) tiene calidad y lo mismo vale para el tapizado y la insonorización, bien lograda.
Solo hay dos críticas: una para la terminación piano black de la consola entre asientos, que da distinción pero se ensucia y raya con facilidad, y otra para el crujido que proviene de las segunda y tercera filas, algo bastante común en modelos con la modularidad de esta Tiggo 8.
Es el “precio” que hay que pagar por tener una segunda fila corrediza y reclinable (60/40) y una tercera fila plegable. En esta última, dos adultos se pueden acomodar para un viaje corto porque la fila del medio corre bastante y deja lugar como para no ir sufriendo tanto. Si no hace falta moverlas, los del medio irán como reyes por el espacio disponible en todo sentido, con un piso plano que no incomoda a un tercer opcupante.
El acceso no es el mejor porque la butaca derecha de la segunda fila no se pliega, sino que apenas se adelanta y reclina el respaldo, pero un niño flexible no tendrá problemas para escabullirse. Compensa, un poco, lo enorme que son las puertas traseras.
El conductor, a su vez, tiene una butaca amplia y cómoda, con regulaciones eléctricas y climatización, y un volante de excelente grip. El tablero digital no varía casi nada (solo la tonalidad al poner el modo Sport), pero la información es clara y generosa en tamaño. También se puede visualizar cómo trabajan las ayudas a la conduccion. Lo más flojo es la computadora, que requiere de muchos pasos para encontrar lo que uno busca, y con información limitada.
La pantalla también tiene su peros en cuanto a la funcionalidad, pero si pareás el celular, se disfruta la buena calidad de respuesta y visualización. Y el sonido está a la altura. Además, muestra la cámara 360° con la que se puede jugar con varias vistas y se activa al poner el intermitente.
La tercera pantalla solo sirve para la climatización y es más chiche que otra cosa. Lo bueno es que la temperatura se puede manejar desde allí o por botones en la consola y lo mismo vale para el volumen de la radio.
La selectora es de esas modernas que no tienen casilleros y, en general, me agradan mucho, pero esta es un poco arisca en el pasaje a neutro o reversa, con lo cual en estacionamientos hay que estar pispeando lo que se selecciona. Compensa con unas generosas levas al volante a la hora de utilizarla en modo manual.
Otro punto alto es el equipamiento, con casi nada para reprocharle (estacionamiento asistido y poco más). Tiene techo panorámico corredizo, cargador de celular, portón eléctrico y Auto Hold para detenerse en semáforos, como lo más destacado.
El baúl es, como se espera de un siete plazas, chiquito con todas desplegadas (casi 200 litros) y gigante con cinco en uso (casi 900). Está muy bien terminado y el cobertor su puede esconder fácilmente como en otros competidores. El auxilio, temporal, hay que buscarlo bajo la carrocería.
MOTOR/PRESTACIONES
El propulsor es de la clásica familia Acteco a la que Chery ha recurrido casi siempre. Tiene una cilindrada de 1.6 litros con 186 CV y 275 Nm (en otros merados declara casi 200 CV y 290 Nm), cifras que lo posicionan muy bien en un mercado competitivo como es el de los SUV medianos.
La potencia y los números que entrega son interesantes, aunque en las sensaciones le falta un pelín de fuerza antes del ingreso del turbo. Igualmente, es apenas al inicio del movimiento y porque el Acteco tiene que movilizar más de 1.600 kilos.
Si se pisa con decisión, la respuesta es contundente y prueba de ello son los registros de apenas 9 segundos para acelerar y 6 para recuperar, cifras que lo colocan mejor que la mayoría de sus rivales y solo por debajo del Tiguan (que ofrece 220 CV).
El buen torque disponible, y en un rango amplio, le permite salir airoso tanto en el tránsito urbano como en la exigencia a velocidades más elevadas, con una respuesta certera a medio régimen.
La caja es una automática de doble embrague y siete marchas con una respuesta algo más tranquila que las similares que hemos probado en modelos occidentales. Tiene un comportamiento más cercano a una CVT por como gana impulso y como suma ruido al habitáculo, aunque con un paso de marchas imperceptible.
La peor cara del Acteco se la llevan los consumos, el que suele ser el Talón de Aquiles de los propulsores utilzados por modelos de origen chino. A 100 km/h está en casi 9 l/100 km, una cifra elevada que se va acomodando a 130 km/h (10 l/100 km) y en utilización urbana (11 l/100 km). Colabora poco un tanque de solo 51 litros.
COMPORTAMIENTO
Nadie que compre un siete plazas está pensando en una conducción deportiva y eso lo ha tenido muy claro la gente de Chery. La Tiggo 8 empuja con solidez aun con todas las filas ocupadas, pero también puede pasearse con un alto grado de confort.
En ese sentido, el ajuste de las suspensiones (independiente en ambos trenes) acompañan mejor que los neumáticos de 18″, con la clásica dureza con la que suelen venir los productos chinos. La amortiguación no tiene el mejor de los recorridos cuando se enfrenta algún bache, pero no causa malestar en empedrados.
En caminos sinuosos o a altas velocidades, la amplia y pesada carrocería de la Tiggo 8 se hace sentir, pero dobla con autoridad teniendo en cuenta que estamos ante un familiar de unos 4,7 metros de largo. No tiene la agilidad de un Tiguan o un 5008, aunque está a la par de un Commander tranquilamente.
La dirección es muy agradable en la ciudad, mientras que en ruta se pone más firme, pero sin entregar la decisión que demandan los casi 200 CV disponibles. Igual estamos hablando de una conducción agresiva. En un uso “correcto”, se disfruta a pleno.
Como en muchos modelos modernos, hay dos tipos de manejo en el que el modo Sport eleva el régimen, pero el cambio es imperceptible en cualquier circunstancia.
SEGURIDAD
Uno de los puntos en los que más disfrutamos la evolución que está haciendo la industria china. Lo decimos porque tiene de todo y también porque el funcionamiento es muy destacable.
No probamos la frenada de emergencia (por suerte), pero sí el comportamiento del control crucero y del mantenimiento de carril (que también ofrece centrado) y el rendimiento es impecable. Fácil de activar desde el volante y con diferentes configuraciones si se quiere uno u otro sistema, o todo funcionando a pleno.
A eso le suma detector de punto ciego, la mencionada cámara 360°, alerta de tráfico cruzado, detector de señales y unos faros full led que devuelven una impecable iluminación.
Lo reprochable son las distancias de frenado, aunque el pedal devuelve firmeza. los casi 44 metros para detenerse de 100 km/h a 0 todavía son una cuenta pendiente en varios modelos de origen chino.
PRECIO/COMPETENCIA
Al filo de las nuevas listas de agosto (que traerán aumentos inflacionarios y del impuesto país a los modelos importados), el Chery Tiggo 8 Pro Luxury cuesta 54.056 dólares.
Al cambio oficial son unos 15 millones de pesos, algo menos que los 17/18 millones que ya están pidiendo sus principales rivales. Un valor que está topeado por el impuesto y que denuncia una segura política de sobreprecios.
Suponemos que los concesionarios Chery toman el dólar oficial, porque no tendría sentido alguno exigir un dólar billete mirando la competencia. Aunque seguro, sabiendo que la disponibilidad no es la mejor en un auto importado, también haya algún sobreprecio, más teniendo en cuenta lo inestable que está todo el mercado.
En este contexto, no tiene sentido opinar si se justifica pagar x millones más o menos por este Chery que por un siete plazas de similar potencia y equipamiento. Lo único que puedo decirte es que esta Tiggo 8 no tiene prácticamente nada que envidiarle a las mejores porpuestas del segmento de marcas con más reputación en esta franja de precios, desconocida hasta ahora para la marca china.
Chery hace rato está en la Argentina como para dejar de tenerle miedo al logo, incluso sabiendo que no estamos hablando, para nada, de una inversión menor. Pero más que cualquier opinión, lo mejor es que, si estás buscando un siete plazas, no dejes de tener en cuenta esta nueva propuesta. Te va a sorprender.
Lo Bueno
Agrado de uso
Equipamiento completo
Calidad de materiales
Espacio/Modularidad
Prestaciones
Lo Malo
Consumo elevado
Distancia de frenado
Auxilio temporal
Unica versión
Visibilidad posterior
FICHA TECNICA
Motor
4 cilindros, 16 válvulas
Cilindrada: 1.598 cm3
Alimentación: Nafta
Potencia: 186 CV a 5.500 rpm
Torque: 275 Nm entre 2000 y 4.000 rpm
Transimisión
Caja: Automática de doble embrague y siete marchas
Tracción: Delantera
Frenos: Discos ventilados
Tren de Rodaje
Suspensiones: McPherson/Independiente
Dirección: con asistencia eléctrica
Neumáticos: 235/55 x 18″
Dimensiones y Capacidades
Largo/Ancho/Alto: 4,722/1,860/1,705 mm
Peso: 1.640 kilos
Baúl: 193/892 litros
Tanque: 51 litros
EQUIPAMIENTO DE CONFORT
Acceso y arranque sin llave
Auto hold
Butaca con regulación eléctrica calefaccionada
Cargador inalámbrico
Climatizador bizona
Encendido automático de luces
Freno de mano elécrtico
Llantas de aleación
Pantalla táctil con cámara 360°
Portón trasero eléctrico
Sensor de estacionamiento del./tras.
Tablero digital
Tapizado de cuero
Techo corredizo panorámico
Volante de doble regulación
EQUIPAMIENTO DE SEGURIDAD
Airbags frontales, laterales y de cortina
Alerta de tráfico cruzado
Apoyacabezas (7)
Cinturones inerciales (7)
Control crucero adaptativo
Control de estabilidad
Detector de punto ciego
Faros full led
Frenado autónomo de emergencia
Isofix
Mantenimiento y centrado de carril
Reconocimiento de señales
PRESTACIONES
Aceleraciones
0-100 km/h: 8,9 s.
0-400 metros: 16,9 s.
0-1000 metros: 30,5 s.
Recuperaciones
80-120 km/h en D: 6,1 s.
Frenada
100-0 km/h: 43,7 mts.
140-0 km/h: 78,0 mts.
Consumos
100 km/h: 8,7 litros/100 km.
130 km/h: 10,3 litros/100 km.
Urbano: 10,9 litros/100 km.
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