Así como Renault ya adelantó cómo será la nueva generación del R5 (ver más), Alpine hizo lo propio con la versión deportiva que lanzará del mismo modelo. La denominación será A290.

Será el primer modelo eléctrico de la marca deportiva, paso previo a la llegada de un crossover y el reemplazo del actual A110 (ver más), los cuales también serán eléctricos.

Los cambios con respecto al prototipo de Renault están en los logos, faros suplementarios, paragolpes, llantas y en el hecho de que solo tiene tres puertas, una carrocería que parece casi olvidada. Mide 4,05 metros de largo, 1,85 de ancho y 1,48 de alto.

Las llantas son de 20 pulgadas y mantendrán su curioso diseño con un cuadrado central en el modelo de serie (que tendrá medida de 19″). La marca no confirmó otros detalles exteriores de cara a la producción.

En el interior es donde más novedades se ven, ya que el puesto de conducción está ubicado muy retrasado y en el centro, acompañada de dos butacas laterales ubicadas más atrás, todas del tipo de competición. El volante se ubica en el centro de una consola desprovista de pantallas o comandos y solo hay algunas teclas dispuestas en el techo.

La motorización será eléctrica, pero Renault no informó acerca de la potencia o autonomía. Solo señaló que hay un motor por cada rueda delantera. Tampoco se sabe si esta configuración será la del modelo que se ponga a la venta.

Algo que sí estará de serie será un botón que activa una potencia extra por espacio de 10 segundos, que se extenderá a toda la gama futura de Alpine. La suspensión trasera es Multilink, algo muy poco habitual en un vehículo de este tamaño.

El impulso de Alpine como marca deportiva de Renault, algo que incluso ha llegado a la Fórmula Uno, es una obra de Luca de Meo, el actual consejero delegado de la marca francesa, una política que también alentó con Abarth en su paso por Fiat y con Cupra, cuando estuvo al frente de Seat.