La semana pasada inauguramos esta nueva sección con algunas soluciones que no prosperaron demasiado (ver más). Hoy nos toca una que Peugeot propuso a mediados de la primera década del milenio con el 1007.

En esos años, los monovolúmenes eran particularmente exitosos, al punto de extenderse a casi todos los segmentos, inclusive los de entrada. En 2002, Peugeot presentó el prototipo Sesame, diseñado por Pininfarina, el Salón de París.

El concept causó revuelo: en menos de cuatro metros, proponía cuatro plazas y acceso a través de dos puertas corredizas eléctricas, además de un auxilio externo colgando del portón.

Pero la mayor sorpresa llegó en 2004, cuando con la denominación 1007 (fue el primer Peugeot en llevar el doble 0), la marca francesa presentó un nuevo prototipo que dejaba en claro que sería producido en serie.

No tenía el auxilio externo, pero el resto del vehículo era prácticamente el mismo, con las voluminosas puertas laterales corredizas que permitían un acceso (no tan cómodo) a las plazas dos traseras. Medía 3,73 metros de largo, 1,82 de ancho, 1,62 de alto y 2,32 entre ejes.

No era el primer vehículo de la historia en tener una puerta delantera corrediza (en Japón ya existían modelos así destinados a personas con movilidad reducida), pero sí el primero en ofrecerla de ambos lados.

Pese a la novedad, una serie de inconvenientes lo hicieron poco exitoso, como un precio elevado, un baúl pequeño y motorizaciones de baja potencia para su elevado peso.

La mejor prueba de su estrepitoso fracaso comercial lo prueba su pronta salida del mercado, a solo cuatro años de su aparición y con algo más de 122.000 unidades producidas.

Ni antes ni después una marca ofreció un modelo de similares características y las puertas corredizas quedaron reservadas (como hasta ese entonces) a modelos utilitarios o los derivados de pasajeros, como los Berlingo, Partner, Kangoo, etc. ¿Recordás alguna otra solución olvidada? No te olvides de sumarla a los comentarios que pronto vamos a tener más en esta sección.