Ferrari organizó en el norte de Italia (con carreteras con intensa nieve en muchos casos) el primer contacto que la prensa tuvo con el Purosangue, el primer SUV de la marca. Varios medios coincidieron en que nadie prohíbe la palabra SUV en la marca, pero que nadie lo llama de esa forma puertas adentro.

El Purosangue tiene aspecto de SUV, pero no es un SUV más. Si bien es el más alto de todos los Ferrari construidos hasta el momento, es más bajo que un Lamborghini Urus (3 cm) o un Porsche Cayenne Coupé (5 cm).

Su diseño es llamativo, con sus llantas de 23″ o el largo capot. Mide 4,97 metros de largo y tiene puertas traseras de apertura suicida, para mejorar el ingreso a las plazas traseras. El baúl es un poco más pequeño que el de sus competidores, con 473 litros (76 menos que el Cayenne y 143 que el Urus).

La mecánica es una V12 aspirada de 725 CV, unida a una caja automática de doble embrague y ocho marchas, con tracción y dirección en las cuatro ruedas.

Aunque los reportes son muy favorables en cuanto al nivel de prestaciones o el agrado de conducción, por supuesto que también mencionan críticas. Las principales se centran en el sistema multimedia y su manejo desde el volante (no hay pantalla central y todo se aglutina en el instrumental).

Pero no estamos acá para buscarle errores, de hecho los argentinos, salvo alguna excepción, jamás vamos a poder comprarnos un Purosangue (por precio, de unos 400.00 euros antes de opcionales, y también por la cantidad de unidades disponibles). Vinimos a disfrutar. Y eso haremos con un breve resumen de lo vertido por estos medios que pudieron ponerse al volante del último producto de la casa de Maranello.

Autoblog (Estados Unidos): Sí, es un Ferrari. Purosangue significa “pura sangre” o más literalmente “sangre pura” en italiano; es un nombre que no carece de mérito. Es más que el habitual todo terreno de lujo. Ferrari reúne toda su estimable magia de chasis para hacer que el Purosangue sea más ágil y divertido de lo que tiene derecho a ser.

Ofrece el espacio diario y la versatilidad que el FF Shooting Brake de dos puertas y su sucesor GTC4Lusso no pudieron proporcionar. También tiene decididamente más potencia y rendimiento. Y donde Lamborghini, Bentley y Aston Martin construyeron de inmediato SUV para convertirlos en los más vendidos de la marca, Ferrari promete que el Purosangue se limitará a no más del 20 por ciento de la producción total.

AutoWeek (Países Bajos): Ante otros SUV de marcas de lujo, el Purosangue es más bajo, tiene una nariz mucho más larga y el V12 está detrás del eje delantero, lo que hace que el auto sea esencialmente de motor central. También es claramente más bajo que todos sus competidores.

Ferrari desarrolló una amortiguación y suspensión activa que progresó tanto que se han eliminado las barras estabilizadoras: no hay conexión hidráulica entre la izquierda y la derecha. La amortiguación se puede ralentizar y acelerar con pequeños motores eléctricos y, si es necesario, se puede aplicar suficiente contrapresión para evitar que la carrocería se balancee. Pero sin renunciar a la comodidad. No son tanto las técnicas mágicas del chasis lo que impresiona, sino el hecho de que todo pasa desapercibido. Estás siendo ayudado, pero no lo sientes.

Autocar (Inglaterra): La amortiguación tiene tres ajustes: suave, medio y (sorpresa) duro. En todos, la absorción es mejor que en cualquier automóvil con llantas de 23 pulgadas y neumáticos de perfil 30. Es en gran medida un auto tranquilo, seguro y maduro, con una sensación más sólida que cualquier Ferrari que pueda recordar. Es tenso, controlado y ágil para ser un automóvil con un motor de este tamaño en la parte delantera, con este peso en vacío y esta distancia al suelo. Y es rápido. Tiene una vibra muy honesta de gran coupé.

Se desliza, salta y brinca con suprema facilidad y equilibrio y luego vuelve a asentarse con la destreza de un auto de rally listo para la etapa. No es un todoterreno y tampoco un 4×4. Ni siquiera puede remolcar nada. Pero brinda la experiencia de un V12 Ferrari en un ambiente relajado sin tener que preocuparse de romper cuatro mil dólares de fibra de carbono en una rampa de entrada.