La Chevrolet Tracker tuvo bastantes novedades en los últimos meses: perdió equipamiento a causa de la crisis de los semiconductores (ver más), pasó a producirse en la Argentina (ver más) y esa nueva camada ya pasó por nuestras manos (ver contacto).

Ahora, la novedad es que las versiones LTZ sumaron el frenado autónomo de emergencia, un elemento que siempre estaba asociado a las versiones más equipadas. Es algo que sucedía en la Tracker y se repite en los C4 Cactus, Pulse, Renegade, Kicks y Nivus. La incorporación se hizo realidad tanto en las unidades LTZ producidas en Alvear como en las que aun se importan desde Brasil.

En todas sus versiones, la Tracker trae el motor 1.2 turbo de 132 CV y 190 Nm. La entrada de gama es la única que lleva caja manual (de cinco marchas) y las restantes ofrecen la automática (de seis).

El equipamiento ofrece de serie seis airbags, pantalla táctil de 8″, llantas de 16″, volante de doble regulación y butaca regulable en altura. La automática suma control crucero.

La LTZ agrega el mencionado frenado autónomo de emergencia, además de OnStar, llantas de 17″, encendido automático de faros, cámara de estacionamiento, acceso y arranque sin llave, sensor de estacionamiento y tapizado de tela y cuero.

La Premier incorpora alerta de punto ciego y de impacto frontal, faros led, cargador inalámbrico, sensor de lluvia, techo panorámico corredizo y tapizado de cuero. No están disponibles, temporariamente, climatizador automático, espejamiento con Android, WiFi y Bluetooth que supo tener el modelo.

Los precios son de 5.368.900 pesos para la MT, de 5.758.900 para las AT y LTZ (topeados por el impuesto interno) y de 8.086.900 para la Premier. Como rivales, además de los mencionados, también están los Ford EcoSport, Honda HR-V, Hyundai Creta, Kia Seltos, Peugeot 2008, Renault Duster y Volkswagen T-Cross.