El grupo francés se dividió en dos: la rama eléctrica se llamará Ampere y la de combustión, en la que entra Geely, Power. Todos los detalles.
Tal como ha hecho Ford, Renault dividió sus operaciones y creó dos empresas que funcionarán de manera independiente: una dedicada a los modelos eléctricos y otra a los de combustión.
Los primeros se agruparán en la nueva empresa Ampere (aunque seguirán vendiéndose con la marca Renault, Dacia o Alpine), que cotizará en bolsa en 2023, mientras que los segundos lo harán en Power, otra división en la que Geely (dueña de Volvo, por ejemplo), tendrá una participación junto a Renault en partes iguales.
Ampere centrará sus proyectos en Europa, con el lanzamiento de los nuevos R4 y R5, más el nuevo Scénic y la continuidad del Mégane. Por su parte, Power atacará los mercados de Asia, China y América Latina con el Bigster y otros dos nuevos modelos que no fueron anunciados.
Se dice que Power producirá 5 millones de motores al año entre combustión, híbridos e híbridos enchufables para más de 130 mercados. Lo harán no solo para las marcas propias como Renault, Dacia, Geely, Volvo, Link o Proton, sino también para Nissan, Mitsubishi y otras automotrices.
Sin embargo, en estas nuevas empresas no juega ningún papel accionario, al menos hasta ahora, la pata japonesa de la Alianza, compuesta de Nissan y Mitsubishi, que deberá sentarse a la mesa para ver cómo forma parte.
Leave a Comment
Your email address will not be published. Required fields are marked with *