El recapado de un neumático es una práctica bastante extendida en el segmento del transporte. Sin embargo, debido a la aparición de marcas económicas, no tiene la penetración en la Argentina que registra en otras partes del mundo.

El recapado es una eficiente manera de darle una nueva vida útil a un neumático, pero por mal uso (tanto en el manejo, como en el uso de una inadecuada presión o el estado general de un camión u ómnibus, que repercute en el caucho), cuenta en muchos casos con una mala reputación.

Para tener una idea, la industria de la aviación reutiliza varias veces los neumáticos que emplean aviones comerciales de todo tipo. Y en el transporte terrestre, un neumático recapado por primera vez puede rodar tranquilamente la misma cantidad de km que uno original, con un costo que suele estar en el 30 por ciento de lo que cuesta uno nuevo.

Un neumático se suele recapar hasta tres veces, para hacer durar al máximo el casco. Cada nuevo proceso suele brindar menos km, hasta que el casco ya no puede recibir una nueva banda y debe ser descartado, una práctica que sigue siendo contaminante, pero para la que la industria del neumático sigue buscando soluciones.

Justamente, la pata ecológica es un punto fuerte en el recapado. Esta práctica reduce costos operativos, utiliza un 66 por ciento menos de petróleo, reduce las emisiones en un 24 por ciento y emplea un 19 por ciento menos de agua que en la producción de un neumático nuevo.

En la Argentina, Bandag tiene aproximadamente el 10 por ciento del mercado, pero aspira a ser líder en 2025 con un 25 por ciento del share. En busca de ese número, Bridgestone Argentina ha realizado importantes inversiones en los últimos tiempos en esta división que adquirió, mundialmente, en 2007 y que es una de las empresas de recapado número uno del planeta.

El año pasado, Bandag recibió 5 millones de dólares de inversión en la Argentina de cara a un relanzamiento. Este año, Golpe Campana (una de las 14 plantas que tiene Bandag en el país, todas franquiciadas) recibió 400 mil dólares para equiparse con nueva maquinaria y allí fuimos a conocer cómo es el proceso de recapado.

Este consta de seis pasos fundamentales. En el primero se realiza una inspección inicial a fin de determinar si el casco del neumático es apto para recibir una nueva banda de rodamiento. Aproximadamente el 30 por ciento de lo que recibe Golpe es rechazado y devuelto al transportista.

El segundo paso es el raspado, para lo cual Golpe recibió, como parte de las inversiones, una raspadora automática, que retira la banda antigua y prepara el casco para la nueva, dejando una superficie rugosa apta para una mejor adherencia.

Luego el neumático pasa por tres estaciones en donde se realizan observaciones en busca de objetos punzantes, alambre, etc. Con parches (diferentes al que utiliza una gomería tradicional) se rellenan sectores dañados y se deja el casco en óptimas condiciones.

Luego se aplica el cojín, una superficie adhesiva, a la banda nueva de rodamiento, para que esta se una al casco. Este proceso se realiza de forma manual y en el cierre del círculo de la banda se aplican grampas que facilitan la unión, pero que luego son removidas.

Con la banda colocada, comienza el proceso de vulcanización. Primero se encapsula al neumático en una malla similar a una cámara, pero que lo envuelve por fuera, y luego se lo envía a un horno, donde gracias a un calor envolvente la banda queda completamente sellada al casco tras unas cinco horas de “cocinado”.

El proceso termina de la misma forma que comenzó, con una inspección que corrobora que todo esté en perfecto estado como para que el neumático vuelva a rodar en algún camión o colectivo. Así, el transportista recupera en tres a cinco días hábiles un neumático que tiene la misma durabilidad de uno nuevo.

Bandag recibe neumáticos de todas las marcas (las nuevas bandas son propias y se importan de Brasil y México) e incluso el cliente puede cambiar la banda de rodamiento, ya que varios productos para elegir disponibles de acuerdo a las necesidades de transporte, ya sea de mercadería o pasajeros.

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