Además de estrenar el nuevo logo, el Oli busca ofrecer el menor peso y la máxima eficiencia. Sus líneas no adelanta un modelo de producción.
Muchas veces, en los últimos años, Citroën ha coqueteado con la idea de ofrecer productos sencillos con solo lo necesario. Hubo algunos intentos, pero esa idea no terminaba de cristalizarse. Sin embargo, desde la llegada de Stellantis y con la multitud de marcas a su cargo, Citroën parece haber encontrado finalmente el rumbo.
En la región el estreno de esa política se dará con el nuevo C3 (ver más), mientras que en Europa, tras la aparición del Ami eléctrico, la marca sigue profundizando ese camino.
Con el nuevo logo que, entre otras cosas, significa un retorno a ese posicionamiento que hizo del 2CV uno de sus más grandes éxitos, el concept Oli (el nombre viene de all-e) apunta a la sencillez en todos sus aspectos.
No esperes que sus líneas adelanten un futuro modelo. Es simplemente un laboratorio de interesantes ideas, como la del parabrisas vertical. Citroën asegura que gracias a esta disposición requiere una menor cantidad de vidrio y el aire acondicionado demanda un 17 por ciento menos de energía. Es mucho menos aerodinámico que un parabrisas lanzado, pero la marca asegura que espera que nadie conduzca un vehículo de este tipo a 200 km/h.
El Oli mide 4,20 metros de largo, 1,90 de ancho y 1,65 de alto, con líneas rectas por todos lados. Ese diseño, con menor cantidad de piezas y componentes y el uso de materiales ligeros, dejó su peso en tan solo 1.000 kilos.
Con cuatro plazas disponibles, el acceso se da gracias a puertas que abren hacia los extremos de la carrocería, algo que junto a la falta de pilar central ayuda al ingreso. Atrás no hay un portón, sino un espacio de carga tipo pick up.
El interior es casi básico, con tablero, unos pocos comandos y el sostén para el teléfono móvil, que se encarga de toda la multimedia. Incluso los parlantes son bluetooth y extraíbles.
Los asientos tienen hasta un 80 por ciento menos de piezas que en un modelo convencional y capot, techo y la caja de carga están hechos de cartón corrugado con fibra de vidrio, reduciendo el peso sin perder rigidez.
La reducción de peso también se da en las llantas de 15″ (mezcla aluminio y acero) y las puertas: las delanteras son idénticas a ambos lados en otro beneficio del parabrisas vertical y las ventanillas no bajan, sino que se elevan en una suerte de homenaje al 2CV.
De la motorización poco se sabe, como suele ocurrir en estos prototipos. Es eléctrica y ofrece una autonomía de hasta 400 km, mientras que la batería puede recargarse en un enchufe casero y también brindar energía a una casa.
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