Como se preveía, Volkswagen lanzó en Brasil el rediseño del Polo con pocos cambios estéticos. Las novedades se centran en los nuevos faros delanteros led, que incluyen una “lágrima”. También son nueva la parrilla (con el renovado logo de la marca y sin la iluminación del europeo) y los paragolpes.

Pero también, como se venía anticipando en las unidades cazadas, el sector posterior no trae las novedades del Polo europeo, que incluyó ópticas que ingresan al portón. Por dentro los cambios son mínimos, con nuevos tapizados y poco más.

Uno de los cambios más importantes se dio en la mecánica. El modelo adoptó el 1.0 turbo 170 (de 95 CV), que reemplaza al 1.0 200 (de 116 CV) que nunca se comercializó en el Polo vendido en la Argentina. En Brasil también hay un 1.0 MPI de 84 CV que no vendrá a nuestro país.

Se supone que cuando el rediseño llegue a nuestro país lo hará justamente con esta mecánica, reemplazando a la 1.6 de 110 CV (ver prueba) que ya desapareció en Nivus y T-Cross.

Sorpresivamente, el Polo no adoptó grandes mejoras en el equipamiento (sumó cargador inalámbrico), ni siquiera contemplando a algunas ayudas a la conducción vistas en el Nivus, como frenada de emergencia o control crucero adaptativo.

Otra sorpresa es que no hubo anuncios en torno a la versión GTS con el motor 1.4 250 (ver prueba), aunque puede ser que la marca se esté reservando esa novedad para más adelante.

Justamente, en poco tiempo más, VW debería anunciar también el rediseño del Virtus (ver más), que adoptará un frente distinto al de este Polo y, seguramente, también adopte el motor 170.