Ayer, antes de la presentación oficial, se filtraron las primeras imágenes del nuevo Ford Mustang. Pero debíamos la data sobre los motores (que no cambian), pero sí sobre algunas actualizaciones.

Aunque todas las partes visibles son nuevas, se trata de una revisión de la sexta generación, incluido el chasis, que ganó una actualización en cuanto a rigidez, cambios en la suspensión, dirección y mayor uso de aluminio.

A nivel diseño (se mantienen las versiones coupe y cabrio), el Mustang se muestra continuista, pero modernizado. Las ópticas son más finas y en vez de tener tres garras led cerca de la lámpara principal, aparecen tres faros. La parrilla mantiene sus formas generales y el pony sigue estando en el frente.

Atrás los faros mantienen las tres luces verticales dentro de la misma óptica y en el lateral el corte de la ventanilla posterior es más recto y ascendente. Por dentro debuta el conjunto que une el tablero digital con la pantalla táctil (ambos de generoso tamaño) y son nuevos el volante y las salidas de aire.

En cuanto a los motores, no hay novedades: se mantienen el 2.3 turbo de cuatro cilindros (que nunca llegó a la Argentina) y el Coyote V8 5.0. Ford no reveló la potencia, pero tendrán más que en la actual generación. Ambos serán automáticos (de 10 marchas), pero el segundo sumará una manual de seis como opción.

La novedad es que debuta una versión denominada Dark Horse, con su propio logo en los laterales (con el pony de frente), que sobre la base del V8 ofrecerá más de 500 caballos, amortiguadores magnéticos, dirección mejorada, diferencial torsen trasero, frenos brembo, nueva parrilla.

Además, el Mustang ofrecerá dos nuevas tecnologías en la gama. Una asociada al freno de estacionamiento (que está diseñado para quedar muy cerca del brazo), que tiene como misión (gracias a la electrónica) que hasta el más torpe puede derrapar al mejor estilo drift.

La segunda es un insólito arranque remoto, denominado Remote Rev, que permite arrancar y acelerar en vacío al Mustang a distancia. La única funcionalidad de este sistema es que el conductor aprecie desde afuera (y no sentado en la butaca) el sonido de su Mustang. Un motivo más para alardear que será bienvenido por el americano promedio y unos cuantos en el resto del mundo con capacidades similares.

Su llegada a la Argentina no fue confirmada, pero todo indica que lo hará para reemplazar a la sexta generación, que fue la primera en venderse oficialmente en el país. El tema es que el nuevo Mustang debutará a mediados del año próximo en Estados Unidos, con lo cual falta al menos un año para tenerlo entre nosotros.