Siempre ligada a las coupé, Ferrari acaba de dar un paso gigante en su historia al presentar su primer SUV, aunque la marca se niega a llamarlo de esa forma.

Sport Utility, crossover o como quieras llamarlo, se trata del primer Ferrari con cuatro plazas definidas (los anteriores con dos filas de asientos eran 2+2) y cuatro puertas. Estas tienen la particular apertura suicida para ingresar a las plazas posteriores.

Pero sea una herejía o no, lo cierto es que el resultado estético está muy logrado, con un diseño que acompaña a la perfección las últimas creaciones de la marca entre las coupés.

Mide 4,97 metros de largo, 1,59 de alto y las llantas son de 22 y 23 pulgadas. El diseño interior también es atractivo y sorprende con una del lado del acompañante y no en el centro de la plancha. El peso asciende a 2.033 kilos.

Si todo es novedad en el exterior, las entrañas de este Ferrari fueron por lo clásico. Nada de híbrido o eléctrico. El motor es un V12 de 6.5 litros sin turbo que eroga 725 CV y 716 Nm, con el 80 por ciento disponible a partir de 2.000 vueltas.

El motor va ubicado en la zona delantera y con la caja por detrás (de doble embrague y ocho marchas), logra un reparto de pesos casi ideal (49/51). La tracción es integral y tiene cuatro ruedas directrices.

Así, Ferrari se suma a la larga lista de automotrices deportivas y lujosas que vieron sumar un SUV a sus filas. Primero los fanáticos desconfiaron, pero luego las cifras de venta siempre le dieron la razón al directivo que tomó la decisión. El caso de Ferari no será la excepción.