La industria del automóvil no gana para sustos. Luego que la pandemia alterara el normal abastecimiento de semiconductores y castigara la logística, algo que intensificó con la guerra ruso-ucraniana, un nuevo problema se avizora en el horizonte.

La contienda entre los dos países europeos está alterando la producción de vidrio, lo que puso en alerta a las industrias del automóvil, informática, construcción y embotelladoras, según indica un informe del Wall Street Journal.

Las razones hay que buscarlas en la enorme demanda de gas natural que necesita la producción del vidrio, un recurso escaso ahora que Rusia decidió cortar las exportaciones de ese recurso a las naciones de Europa Occidental.

Alemania será una de las más afectadas por la política rusa y Volkswagen, por ejemplo, ya aumentó el inventario de ventanillas, parabrisas y lunetas con proveedores que ubicados fuera de Europa.

Al parecer, esta no es una crisis que vaya a afectar a mercados como el de China, India, América del Norte o nuestra región, pero habrá que estar atentos si es que Europa comienza a demandar más vidrio de otras regiones.

Mientras, en la Argentina está aumentando el faltante de neumáticos, pero por razones totalmente distintas: un conflicto salarial afecta la producción de las tres productoras locales y no hay acuerdo a la vista.