Luiz Alberto Veiga fue un diseñador que trabajó en Volkswagen durante 40 años. No fue uno más, sino el responsable de la segunda generación del Gol, el Logus (ver más), el Pointer y el Fox, por nombrar algunos.

Retirado en 2018 de la marca (en 2005 fue transferido al centro de diseño en Alemania), reveló en su cuenta de Instagram un secreto escondido durante un cuarto de siglo: el rediseño de la Kombi que finalmente no vio la luz.

El modelo había llegado a Brasil en 1976, donde se produjo hasta que en 2014 la obligatoriedad del airbag y el ABS archivó para siempre a uno de los modelos más queridos de ese mercado. La Kombi también se produjo en la Argentina, entre 1981 y 1990 (antes, durante y después de la fallida Autolatina).

Lo cierto es que para 1997, poco después de la disolución del matrimonio con Ford, Volkswagen intentó remozar al utilitario que ya contaba con dos décadas de servicio.

Veiga mostró dos propuestas: una con una óptica en forma de gota con doble faro y un intermitente renovado en la zona superior, y otro con faros típicos de esos años (con guiños incluidos), unidos por una parrilla que contenía un logo más discreto en tamaño. En ambos, el paragolpes pasaba a ser del tipo envolvente.

El rediseño también se ocupaba del interior, que renovaba casi por completo la plancha y el tablero, aunque manteniendo la inclinación del volante.

Veiga no aclaró por qué, pero el rediseño no fue aprobado y el modelo apenas ganó ese año un techo 11 cm más alto y una puerta lateral corrediza, en reemplazo de la de apertura tradicional.

“Juro que lo intentamos. Toda mi carrera hemos estado tratando de mejorar la vieja dama, pero al final, los nuevos requisitos de seguridad pusieron fin a la producción de uno de los autos de trabajo más inteligentes de todos los tiempos”, dejó Veiga como único comentario en su IG.