Dos de las pick ups más tentadoras del mercado argentino ya pasaron por nuestras manos. La nueva Toro 1.3 turbo nafta la tuvimos hace poquito (ver prueba), luego de probar la Diesel (ver prueba), pero ahora, con la evaluación de la Ford Maverick (ver prueba) podemos realizar este enfrentamiento.

En tamaño son similares, ubicándose entre las derivadas de compactos (como Strada) y las clásicas medianas (como Hilux). Una particularidad es que ambas cuentan con chasis monocascos, compartidos con SUV medianas (Compass y Bronco Sport).

La Maverick es 15 cm más larga (5.07 vs 4,92 metros), pero en la distancia entre ejes apenas le lleva 8 cm (3,07 vs 2,99). Además es 14 cm más ancha (1,98 vs 1,84), mientras que el alto es el mismo (1,75).

La Toro tiene una versión nafta aspirada y una diesel, pero en lo que refiere al nuevo motor naftero turbo, es un 1.3 de 175 y 270 Nm. El de la Maverick es un 2.0 turbo de 250 CV y 380 Nm. En ambas la caja es una automática, de seis marchas en la Toro y de ocho en la Maverick. La de Fiat solo puede asociarse a esta mecánica con la tracción delantera, mientras que la Ford tiene ambas opciones en la gama (nosotros probamos la 4×4).

Con semejantes diferencias en potencia y torque, la Maverick fue más rápida, con un tiempo de 7,3 segundos para el 0 a 100 km/h, algo que a la Toro le demandó 10,8. En sintonía estuvieron los 400 metros (15,3 vs 17,5) y los 1.000 metros (28,6 vs 32,1).

La contrapartida se dio en los consumos: A 100 km/h la Toro gastó 5,9 litros cada 100 km, cuando la Maverick pidió 7,2. A 130 km/h fue de 8,4 vs 9,8 l/100 km, respectivamente. En ciudad se dio la diferencia más grande: la Fiat consumió 11,1 l/100 km y la Ford 15,5.

También registramos la frenada, con cifras mejores para la Maverick, que se detuvo de 100 km/h a 0 en 39,1 metros, algo que a la Toro le tomó 43,1 metros.