La planta de Togliatti, en el sur de Rusia, volvió a producir en continuado luego de que se iniciara la guerra con Ucrania y Renault decidiera dar un paso al costado de la conducción de AutoVaz, la dueña de Lada.

El único automóvil que se está ensamblando es el Granta, un modelo que la marca rusa vende desde 2011. Pero el regreso se dio con algunas particularidades debido al embargo comercial que está sufriendo el país euroasiático.

Uno de ellos es apenas se arma una versión, denominada Classic ’22, con la carrocería sedán (en la gama también había un hatch, un liftback, un familiar y un utilitarios), que llega sin airbags, ABS y un localizador al estilo del OnStar de GM.

Estos elementos ausentes no están ingresando al país por las sanciones económicas y regresarán al modelo únicamente cuando el fabricante encuentre proveedores aliados a Rusia.

Lo que sí tiene el Granta son levantavidrios, espejos, cierre y dirección eléctrica de serie y llantas de aleación en opción.

La motorización es la 1.6 de 90 CV unido a una caja manual de cinco marchas, conjunto que aquí conocimos en la familia Sandero/Logan y que, dicen, bajó de la normativa Euro 5 a la Euro 2.