Un Fiat 500 eléctrico logró circular a velocidades de autopista sin consumir sus baterías en esta pista experimental ubicada en el norte de Italia.
La carga inductiva es una solución ideal para la circulación de los automóviles eléctricos. Depende de unas bobinas colocadas debajo del asfalto que transfieren electricidad a los vehículos durante el propio traslado.
Pero claro, su aplicación todavía es muy costosa y por eso recién está dando sus primeros pasos, en forma experimental.
Stellantis, junto con otras empresas y la constructora Brebemi, que tiene concesiones de autopistas en el norte de Italia, crearon la “Arena del Futuro” en Chiari, Brescia, una pista de poco más de un kilómetro que cuenta con esta tecnología.
Un Fiat 500 eléctrico y el bus Iveco E-Way lograron rodar a velocidades normales de autopistas sin detenerse ni consumir la batería con la que contaban antes de iniciar el recorrido.
Los vehículos fueron adaptados con un receptor especial de fácil colocación y las pruebas comprobaron que la eficiencia del flujo de energía desde el asfalto al vehículo es similar a la de las estaciones de carga rápida.
Además, las mediciones de intensidad magnética de campo evidencian que no hay ningún impacto en las personas a bordo de los vehículos.
La carga inductiva se vale también de la tecnología 5G y la inteligencia artificial, que facilitan el intercambio de información entre el vehículo y la plataforma de gestión del sistema.
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