Si sos de tomar la ruta, sabrás que cada vez que termina tu trayecto, un arsenal de insectos dejó de existir en toda la trompa: parabrisas, ópticas, paragolpes y patente se convirtieron en un cementerio para todo bicho volador que osó cruzarse en tu camino.

Y aunque a priori puede ser una buena noticia que la limpieza de tu auto sea una tarea cada vez más fácil, en términos ecológicos esta disminución es uno más de los innumerables desastres a los que estamos sometiendo al planeta.

Según el estudio de Buglife, que recopila la cantidad de insectos muertos que quedan en las patentes de los automóviles ingleses gracias a una aplicación denominada Bugs Matter, en los últimos 17 años la disminución alcanza el 59 por ciento.

Aunque odiemos a muchos de ellos, los insectos polinizan la mayoría de los cultivos del mundo, proporcionan servicios de control de plagas, descomponen la materia orgánica y reciclan los nutrientes del suelo.

Entre las razones de esta disminución se enumeran al uso indiscriminado del suelo para nuevos cultivos, la contaminación ambiental, el cambio climático, las enfermedades y especies exóticas invasivas y el uso de pesticidas.

Si bien este estudio se realizó en las islas británicas, otro en Dinamarca arrojó cifras similares. Vos que salís a la ruta regularmente, ¿notaste lo mismo en la Argentina?