Reemplazante de la primera generación, que debutó en 2016, el nuevo Kia Niro llega para continuar la zaga del que fuera el primer modelo de la marca sin un motor de combustión pura.

Como aquél, tiene en la gama tres opciones disponibles: un híbrido, un híbrido enchufable y un eléctrico. Los híbridos utilizan un naftero 1.6 de 105 CV, pero en el primero el eléctrico es de 44 CV (141 CV combinados) y en el segundo es de 84 CV (183 CV en total). El eléctrico tiene 204 CV.

Sin embargo, lo más llamativo del conjunto mecánico no es la motorización, sino la caja de cambios de los híbridos, que llevan una transmisión automática de seis marchas y doble embrague, pero sin marcha atrás. El encargado de hacer que el Niro retroceda es el propio motor eléctrico.

Estéticamente el Niro mantiene su silueta de crossover, pero con cambios profundos en el diseño frontal, lateral y trasero. Los faros son mucho menos convencionales y el pilar C deja de lado una ventanilla para adoptar un aplique pintado de otro color que no solo es decorativo.

El Aero Blade, como lo denomina la marca (algo anticipado por el concept HabaNiro, ver más), tiene una pequeña hendidura por donde circula el aire para mejorar la aerodinámica, y con ello el consumo, la estabilidad y la insonorización.

El Niro mide 4,40 metros de largo, 1,83 de ancho y 1,57 de alto. El baúl es de 348 litros en el enchufable, de 451 en el híbrido y de 475 (más 20 bajo el capot) en el eléctrico.

El interior también se renovó por completo, con tablero digital, una nueva pantalla táctil (ambos de 10″), un volante similar al de modelos americanos de antaño y un selector circular para las marchas.

Si bien los pasos de Kia Argentina en materia de eléctricos son cautelosos, la marca ya confirmó que tiene en vista tanto al EV6 (ver más) como a esta nueva generación del Niro para importar a nuestro mercado.