A la escasez global reinante de semiconductores y circuitos electrónicos, la industria automotriz rusa le ha sumado los coletazos de la guerra con Ucrania, con las sanciones impuestas por Occidente.

A eso se suma la muy posible salida de Renault de AutoVaz, el mayor fabricante ruso y dueño de la marca Lada. La empresa del rombo decidió paralizar sus actividades en la planta de Moscú.

Sin embargo, aun sin la ayuda de Renault, AutoVaz está dispuesta a continuar las actividades. Eso sí, lo hará con la tecnología de hace dos décadas, debido a la falta de suministro.

Se dice que los Lada Niva y Granta saldrán al mercado sin elementos básicos como airbags, ABS y control de estabilidad.

El mismo inconveniente produjo la falta de sensores para limitar la contaminación de sus motores. La calidad de la combustión retrocederá a la normativa Euro 2.

Además, ya se está procediendo con la nacionalización de muchas autopartes, algo que debería tomar mucho tiempo, pero que se acelerará para abastecer la demanda, siempre con estándares más bajos.

El Niva no necesitará demasiados ajustes para retroceder en el tiempo, ya que se produce desde 1977 con no demasiados cambios, pero otros modelos de la marca, varios basados en plataformas de Renault, son más modernos.