En un encuentro en Suecia con la prensa europea, donde está realizando pruebas de confiabilidad, Mini adelantó los planes de la nueva generación del clásico hatch de entrada.

Al igual que la actual generación, el Mini volverá a tener una versión eléctrica, pero ahora esta no será una adaptación del modelo a combustión sino un modelo aparte.

Si bien se mantendrá dentro de la gama, la versión eléctrica, que solo se venderá con tres puertas, se apoyará en una plataforma diferente y será producido en China gracias al acuerdo con Great Wall.

Las versiones nafteras seguirán siendo fabricadas en Oxford, Inglaterra, y la gama mantendrá las opciones de 3 y 5 puertas y la cabrio.

La unidad que manejaron los periodistas europeos fue la eléctrica, que confirma los cambios estéticos en las unidades cazadas en China (ver más). Por ahora, no sabemos si todos los Mini ganaran este estilo o solo se suscribirá a la versión enchufable.

En el nuevo modelo, los faros traseros muestran un diseño triangular y el interior ganará una enorme pantalla táctil flotante, siempre circular. En el frente se mantienen las ópticas circulares, aunque el capot ya no las envuelve.

El Mini eléctrico debutará en el segundo semestre de 2023 y será algo más corto que el actual, pero con un mayor largo entre ejes. Las mecánicas eléctricas, que podrían tener dos niveles de potencia, deberían rondar entre 180 y 215 CV. Además, es posible que haya una opción con tracción a las cuatro ruedas.

Además, la marca confirmó que el próximo Countryman tendrá versiones nafteras y eléctricas, pero que por debajo aparecerá un nuevo crossover puramente eléctrico, lo que impulsará un crecimiento de tamaño en el SUV.