Luego de mucha espera, Volkswagen presentó finalmente la reinterpretación eléctrica de la Kombi, el utilitario nacido en la posguerra europea.

La primera vez que la marca coqueteó con esta idea fue con el concept Microbus de 2001, continuó con el prototipo Bulli de 2011 y confirmó varios años después con el ID. Buzz concept de 2017.

De ese prototipo la versión de producción toma casi todo a nivel estético. Salvo por el abandono de las ópticas circulares, también es muy fiel al modelo original.

Habrá dos versiones, una de pasajeros y otra utilitaria, denominada Cargo, y ambas tendrán pintura bicolor. El portón levadizo podrá cambiarse por uno de doble hoja lateral en el furgón.

La primera ofrecerá cinco plazas y un baúl de 1.121 litros, mientras que la comercial, con dos o tres plazas, brinda 4 m3 de espacio y 650 kg de capacidad de carga.

Ambas miden 4,71 metros de largo, 1,99 de ancho, 1,94 alto y 2,99 entre ejes. Luego llegará una versión larga para el mercado comercial (¿habrá una siete plazas también?).

La plataforma es la MEB creada por VW para los modelos eléctricos y el motor será de 204 CV y 310 Nm, con tracción en el eje posterior. Se rumorea que luego aparecerá una de 300 CV con tracción integral.

El modelo será puesto entregado en septiembre en Europa y un poco más tarde llegará a Estados Unidos, donde el Bulli tuvo miles de fanáticos en las décadas de los sesenta y setenta. ¿Habrá lugar para el mercado argentino una vez que se lancen los ID. 3 e ID. 4? Ojalá que sí.