A mediados del año pasado, el CEO de Audi, Markus Duesmann, anunció que el A1 no tendría reemplazo una vez acabada su actual generación (ver más).

Ahora, el mismo directivo confirmó en una entrevista que el Q2 seguirá el mismo camino y archivará su participación una vez que finalice su vida útil.

Audi es la única de las tres marcas premium alemanas que puso un pie en el segmento de los compactos con su propio logo, ya que BMW y Mercedes lo hicieron a través de Mini y Smart, respectivamente.

La marca de los anillos incursionó por primera vez entre los autos chicos con el 50, un clon del primer VW Polo que se vendió de 1974 a 1978. Luego regresó con el A1 en 2010 y se sumó a la moda de los SUV con el Q2 en 2016.

Los motivos hay que buscarlos en la tan en boga búsqueda de rentabilidad de las automotrices (algo que golpea el segmento compacto incluso entre las generalistas) y el avance de las regulaciones anticontaminantes.

Pero si las palabras de Duesmann se cumplen, no habrá A1 ni Q2 eléctrico y la marca se concentrará en los segmentos más rentables, es decir los más lujosos del mercado.