Ya hay muchas opciones con esta mecánica entre los modelos producidos en la región. Listado con los modelos y versiones disponibles.
Hace tres años escribíamos una nota: “La tibia penetración del turbo en la Argentina”. Para ese tiempo, había 11 modelos (o familias) con este tipo de motorización fabricados en la región.
Ya no están con nosotros los Citroën C4 Lounge, Honda Civic, Peugeot 208 (de anterior generación), 308 y 408 y Volkswagen Up y Golf. Pero muchos otros han aparecido, dando vuelta la imagen del turbo naftero en la Argentina.
Hoy hay muchísimas más opciones. Y aunque siguen por detrás de los aspirados, existen berlinas y SUV compactos y medianos y hasta pick ups. Y lo que antes era asociado a la deportividad, hoy lo hace a la eficiencia, ya que apenas los GTS de Polo y Virtus se jactan de ser los “picantes” de la gama.
Si hablamos de motores, la más prolífica es General Motors, que cuenta con cuatro variantes y seis modelos, siempre hablando de los producidos en la región.
Si hablamos de siluetas, aparece VW como la que más opciones ofrece: en total son siete, con tres motores. También hay seis opciones de Stellantis (contamos los futuros Pulse y Renegade), con tres motores.
Más tranquilos vienen Ford, con dos motores y dos modelos que vienen desde México y el motor desarrollado por Daimler y Renault que equipa al GLB mexicano y a la Duster colombiana (Mercedes tiene otro motor propio).
Los que aun se resisten a ofrecer este tipo de mecánicas en modelos regionales son Honda, Hyundai, Kia, Nissan y Toyota, que es, por otra parte, la única con opciones regionales híbridas.
Este es el detalle, ordenado por potencia, de las opciones regionales con motores turbo nafteros.
1.0 95 CV: Volkswagen Nivus (1 versión, ver lanzamiento)
1.0 95 CV: Volkswagen T-Cross (1 versión)
1.0 116 CV: Volkswagen Nivus (3 versiones, ver prueba)
1.0 116 CV: Volkswagen T-Cross (2 versiones, ver prueba)
1.0 116 CV: Chevrolet Onix (4 versiones, ver prueba)
1.0 116 CV: Chevrolet Onix Plus (3 versiones, ver prueba)
1.0 120 CV: Fiat Pulse (1 versión, ver anticipo)
1.2 132 CV: Chevrolet Tracker (4 versiones, ver prueba)
1.4 150 CV: Volkswagen Polo (1 versión, ver prueba)
1.4 150 CV: Volkswagen Virtus (1 versión)
1.4 150 CV: Volkswagen Vento (1 versión)
1.4 150 CV: Volkswagen Taos (2 versión, ver prueba)
1.4 150 CV: Volkswagen Tiguan (1 versión)
1.4 153 CV: Chevrolet Cruze sedán (5 versiones)
1.4 153 CV: Chevrolet Cruze hatch (5 versiones, ver prueba)
1.3 155 CV: Renault Duster (2 versiones, ver prueba)
1.3 163 CV: Mercedes-Benz GLB (1 versión)
1.6 165 CV: Citroën C4 Cactus (1 versión)
1.6 165 CV: Peugeot 2008 (1 versión, ver prueba)
1.5 172 CV: Chevrolet Equinox (2 versiones)
1.3 175 CV: Fiat Toro (1 versión, ver lanzamiento)
1.3 175 CV: Jeep Renegade (a confirmar, ver anticipo)
1.3 175 CV: Jeep Compass (cuatro versiones, ver lanzamiento)
1.5 175 CV: Ford Bronco Sport (1 versión, ver prueba)
2.0 220 CV: Volkswagen Tiguan (2 versiones, ver prueba)
2.0 224 CV: Mercedes-Benz GLB (1 versión)
2.0 250 CV: Ford Bronco Sport (1 versión, ver prueba)
2.0 250 CV: Ford Maverick (2 versiones, ver lanzamiento)
1 Comment
Guillermo
2 febrero, 2022, 8:56 pmFijense que salvo el Onix no hay ningun auto accesible. Y esto es logico. Te le regalo para cuando esos autos autos tengan 10/15 años o 300mil kms, y haya que reemplazar un turbo….. Averigüen lo que cuesta…..
REPLYNo siempre lo más moderno y eficiente es lo más conveniente, sobre todo en países del tercer mundo que además viven con cepo a las importaciones.
Y qué decir de las que además de turbo volvieron a la correa de distribución. Incluso algunas dicen que por tener baño de aceite no necesita cambio….
Saludos.