Como te anticipamos hace unos días, Renault lanzó oficialmente el rediseño del Kwid en Brasil, país donde el más pequeño de la gama es producido para nuestra región.

El estilo es idéntico al de la renovación del Kwid en India, con nuevas ópticas en doble nivel (al estilo Cactus o Toro, por ejemplo), con una tira de led a la altura del capot y faros principales por debajo.

La renovación incluye nuevas tazas y el debut de las llantas aleación en la versión tope de gama. Además hay ligeros cambios en las ópticas y paragolpes trasero.

Por dentro, la novedad más importante es el tablero 100 por ciento digital y un cambio en la pantalla multimedia, ahora de 8″. En cuanto al equipamiento, la aparición del control de estabilidad es lo más destacado, manteniendo los cuatro airbags.

El motor adopta un leve cambio, ya que si se mantiene el 1.0 tricilíndrico (eleva la potencia de 66 CV a 68 CV), adopta el sistema de arranque y parada automático para reducir el consumo en detenciones prolongadas.

Pese a que con el ESP el Kwid no tendría problemas para venderse en el mercado argentino, la marca no tiene agendado su regreso, al menos por este año (las renovaciones confirmadas son las de Master y Oroch, ver más).

Las causas tienen que ver con las restricciones a los modelos importados, algo en lo que la marca del rombo está complicada debido a que exporta poco desde la planta de Córdoba.

De hecho, la filial local ya anunció que en 2022 el 90 por ciento de sus ventas serán locales (ver más). Quienes tenían planes de ahorro de Kwid recibirán un Sandero, producido en Santa Isabel.