Algo apagada en los últimos años, Chrysler cobró nuevo impulso con la llegada de Stellantis, algo que también favoreció a otras marcas de FCA que venían de capa caída, como Lancia o Alfa Romeo.

La nueva administración ya decidió que la automotriz norteamericana pase a ser una marca totalmente eléctrica en 2028 y que su primer modelo con estás características llegue en 2025.

Con esa premisa, Chrysler presentó el Airflow, que si bien es un prototipo, luce bastante cercano a la producción, con lo cual podría ser suplente un anticipo de lo que llegara en poco tiempo.

El Airflow se basa en otro prototipo reciente con el mismo nombre pero con lineas y soluciones más futuristas y repite el nombre de un Chrysler lanzado en 1934.

La marca no difundió las medidas, pero su estilo es el de un crossover con un diseño simple, tanto por fuera como por dentro.

Llantas de 22″, pintura bitono, logo iluminado, techo panorámico y cinco pantallas (una detrás de cada pasajero y la clásica en el centro de las plancha) son sus principales características de diseño.

De la mecánica se sabe poco. Hay un motor eléctrico de 204 CV por eje, lo que le da tracción total, y una autonomía que supera los 500 km.

Lo más futurista es que propone una condición autónoma de nivel 3 e interacción entre las distintas pantallas, que además poseen cámaras para realizar videollamadas.