Mercedes-Benz es la primera automotriz europea en obtener la aprobación legal completa para un automóvil de producción en serie con conducción de manos libres.

El sistema solo podrá ser utilizado en autopistas con un alto nivel de congestión y a velocidades menores a 60 km/h, circunstancia en la que el conductor podrá quitar las manos del volante y desentenderse por completo de la conducción.

Los Tesla, fundamentalmente, y otros vehículos que ofrecen conducción autónoma, solo lo hacen hasta el nivel 2 (que requiere algún tipo de atención del conductor) pese a que ya vimos muchos videos de Tesla circulando con su conductor durmiendo.

El sistema de Mercedes se denomina Drive Pilot y solo está habilitado, por ahora, para autopistas alemanas (una cobertura de más de 13.000 km), aunque los demás países podrán sumarse gracias a sus normativas. Los modelos que ofrecerán esta tecnología serán los EQS y Clase S.

Cuando el conductor activa el el sistema deja manos del automóvil el control de la velocidad, la distancia y el mantenimiento del carril. Además, es capaz de reaccionar ante situaciones de tránsito inesperadas, como virajes bruscos o la necesidad de frenar y las gestiona de forma independiente.