El 1 de enero de 2022, Proconve, el programa brasileño que regula las emisiones de los vehículos, aplicará la nueva norma anticontaminante L7, algo que trerá aparejado una serie de cambios en el mercado más grande de Latinoamérica.

Uno de ellos es el fin de vida del motor 1.8 E.torQ que fue creado conjuntamente por BMW y Chrysler, pero que gracias a la compra de la americana por parte de Fiat, terminó bajo el capot de muchos modelos latinoamericanos.

Hoy, ese motor de 130 CV está presente en los Fiat Argo y Toro y el Jeep Compass que nos llegan de Brasil y también en el Fiat Cronos que se hace en Córdoba.

Como en nuestro mercado no hay restricciones, el motor seguirá estando disponible para los modelos que se vendan el año que viene, aunque cada caso es particular.

No será el primer día del año, pero es sabido que, junto con un restyling (ver más), el Renegade dejará de ofrecerlo para sumar el 1.3 turbo que ya está disponible en los Toro y Compass.

El Argo, que llega en cuentagotas a la Argentina por la política de la filial argentina de potenciar las ventas del Cronos (ver más), también podría abandonar el motor en breve (dejando en la oferta únicamente el 1.3 Firefly), pero es algo que forma parte de nuestras especulaciones.

Es que Brasil, pese a no poder venderlo para el mercado interno, seguirá produciendo el motor para mercados de exportación. Un buen ejemplo es la Toro, que tanto en la Argentina como en Colombia (donde se vende como Ram 1000, ver más), lo seguirá equipando.

Lo mismo sucederá con el Cronos argentino, ya que planta brasileña de Campo Largo seguirá proveyendo a la de Ferreyra para equipar a las versiones más caras del modelo cordobés, al menos durante una buena parte de 2022.

La idea es que en algún momento de año que viene o ya de cara a 2023, el motor 1.8 sea reemplazado en estos modelos vendidos en la Argentina (salvo en el caso del Renegade) por el nuevo 1.0 turbo de 125 CV que debutó en el Fiat Pulse (ver más).