Por primera vez desde 1978, cuando apareció el M1, la división deportiva de BMW tendrá un modelo propio y no uno de las tantas versiones aditivadas que produjo de casi todas las series de la marca, incluso en la gama de SUV.

Si bien aun es un prototipo, el XM adelanta fielmente (como es costumbre con los concepts de la marca) mucho de lo que vamos a ver en el modelo de producción, que se estrenará en 2022.

El diseño es muy llamativo, con los riñoñes (iluminados) tomando protagonismo aunque no de manera vertical, unos faros dobles muy pequeños y una línea de techo a medio camino entre los SUV tradicionales, como el X5 y los deportivos, como el X6, con una caída no tan abrupta pero sí descendente.

Por dentro, salvo por una tapicería extraña tanto adelante como atrás, no hay grandes sorpresas debido a su cercanía con la producción, aunque la patalla que aglutina instrumental y multimedia es novedosa en la marca.

La motorización es híbrida enchufable. Une un V8, del que BMW no da detalles, con un eléctrico para dar entre ambos 748 CV, la cifra más alta para un BMW en la historia.

Tampoco hay detalles de sus medidas, pero se espera que sea el SUV más grande de la marca. El nuevo modelo se producirá en Estados Unidos, junto con otros SUV de la marca.

El nombre XM ya fue utilizado por Citroën para una de sus grandes berlinas (producido entre 1989 y 2000), pero ambas marcas ya se pusieron de acuerdo para que BMW lo utilice comercialmente.